“Flores Eternas”: el arte de Anita Aguilar que convierte detalles en recuerdos únicos que sobreviven al tiempo
Desde su infancia, Ana María Aguilar Aguilar, conocida afectuosamente como Anita, sintió una inclinación natural hacia el arte y las manualidades. Su fascinación por las flores la llevó a explorar diversas técnicas artesanales, desde el crochet hasta el meticuloso trabajo con telas como el raso y el satén. Así fue como nació Flores Eternas, un emprendimiento que, con esmero y creatividad, transforma materiales sencillos en piezas únicas, llenas de color y significado.
Anita aprendió el oficio de manera autodidacta, guiada por su curiosidad y apoyada en tutoriales de redes sociales. “Siempre me gustaron las flores y quise aprender más, como tejerlas”, relata. Cada una de sus creaciones lleva impresa su dedicación: las flores tejidas a crochet pueden demorar dos horas, mientras que las elaboradas en tela, cortadas y moldeadas minuciosamente, requieren alrededor de una hora y media. Su trabajo se distingue por la personalización, ya que confecciona desde tulipanes hasta girasoles en una amplia gama de colores, adaptándose a los gustos de cada cliente. Además, añade toques especiales como aromas delicados, tarjetas o cintas, convirtiendo cada pieza en un regalo con identidad propia.
Anita lleva tres años dedicada a Flores Eternas. Comenzó poco antes de la pandemia y, gracias al apoyo del programa Semilla del Fosis, pudo dar sus primeros pasos. “Con ese impulso compré materiales y me animé a crear más”, recuerda con entusiasmo. Las capacitaciones en marketing y fijación de precios que recibió a través de esta iniciativa fueron clave para promocionar su trabajo en redes sociales y ferias locales. Hoy, participa activamente en los espacios que Fosis le brinda, donde valora la oportunidad de conectarse directamente con su público. “Mis flores son hechas a mano, con cariño. La gente busca eso, algo único”, afirma con orgullo.
Para Anita, emprender fue el cumplimiento de un sueño que acariciaba desde niña. Su logo, diseñado con colores vibrantes y su nombre, refleja la esencia de su marca: alegre, cercana y llena de vida. En fechas especiales, como el Día de la Madre, incrementa su producción e innova en diseños, siempre atenta a las preferencias de sus clientes. Los jóvenes suelen inclinarse por tonos rosados, mientras que los hombres eligen el rojo y el blanco, combinaciones que Anita domina con maestría.
Flores Eternas no sólo ofrece productos, sino momentos memorables. Como ella misma dice: “Cada flor lleva dedicación, perfume y un pedacito de mi historia”. Sus creaciones pueden encontrarse en su perfil de Instagram @FloresEternasPuq y en Facebook bajo el nombre de Ana María Aguilar Aguilar, donde continúa compartiendo su arte con el mundo.