Un nuevo horizonte para la cooperación antártica Chile-Corea

Hace exactamente nueve años, en las dependencias del Instituto Antártico Chileno (Inach) en Punta Arenas, se inauguró el Centro de Cooperación Antártica Chile-Corea. Lo que comenzó como un gesto diplomático de buena voluntad entre dos países con intereses comunes en el continente blanco, ha madurado hasta convertirse en una plataforma sólida de trabajo conjunto, que hoy se proyecta hacia una nueva y ambiciosa fase de colaboración científica. La reciente designación de la Dra. Sanghee Kim como nueva directora de la oficina no sólo marca un hito simbólico -al ser la primera mujer en asumir este cargo-, sino también una inflexión histórica en la relación bilateral.

La Dra. Kim, investigadora del Instituto Coreano de Investigación Polar (Kopri), aporta una mirada estratégica y de largo plazo al centro binacional. Consciente del progreso alcanzado durante esta última década, define con claridad que Inach y Kopri están listos para avanzar hacia lo que denomina una “cuarta etapa”: una colaboración plena, con objetivos compartidos, infraestructura común y proyectos integrados de alto nivel. Este paso representa mucho más que un cambio cualitativo en la investigación científica; implica una expresión de confianza mutua y una apuesta decidida por la diplomacia científica como herramienta de desarrollo y de vinculación internacional.

La propuesta de crear un laboratorio conjunto de investigación en Punta Arenas, con equipamiento compartido y espacio físico para la formación de jóvenes investigadores, refleja la seriedad y profundidad del compromiso coreano. También interpela a Chile a continuar apostando por la ciencia como eje central de su proyección antártica y polar. En tiempos en que las alianzas estratégicas tienden a diluirse en acuerdos meramente formales, el modelo Chile-Corea muestra que la cooperación verdadera requiere visión, voluntad política y continuidad. El cargo y liderazgo asumido por la Dra. Kim es una oportunidad para consolidar esos valores y proyectar a la Región de Magallanes como un nodo clave de la ciencia polar internacional.