Los desafíos de Carabineros en Magallanes
Este nuevo aniversario de Carabineros de Chile encuentra a la institución atravesando un momento de reflexión profunda, marcado por el dolor de tragedias recientes y los desafíos persistentes que enfrenta en regiones extremas como Magallanes.
El homenaje anunciado a los mártires de Arauco recuerda que, más allá de las estadísticas y de la rutina diaria, la labor policial implica riesgos que afectan a toda la familia institucional. No obstante, Carabineros ha debido mantenerse en pie, reafirmando su compromiso con la comunidad y ajustándose a nuevas realidades.
En Magallanes, los problemas de dotación, los extensos procedimientos administrativos y la sobrecarga de funciones no estrictamente policiales -como el control de medidas cautelares- son barreras evidentes para aumentar la presencia efectiva en las calles. Aunque se ha hecho un esfuerzo por reducir la carga burocrática y optimizar recursos, el problema de fondo sigue siendo la falta de carabineros suficientes para cubrir el vasto territorio y atender una ciudadanía que, legítimamente, exige más prevención y más presencia.
La demanda por “puntos fijos” de vigilancia, planteada por autoridades locales y vecinos, ilustra la tensión entre la percepción de seguridad y la eficiencia operativa. Como bien advirtió el general Alvarado, instalar un punto fijo implica destinar cuatro carabineros por turno, lo que impacta el ya exigido despliegue general.
Aunque este requerimiento se presenta totalmente lógico desde el punto de la ciudadanía y del alcalde que lo ha solicitado, la solución no puede ser simplista ni puede descansar exclusivamente sobre los hombros de Carabineros: la seguridad es un esfuerzo compartido que requiere coordinación real entre municipios, Fiscalía, organismos sociales y la propia comunidad.
Nuevamente, también existe una responsabilidad de la delegación presidencial y de la secretaría regional ministerial de Seguridad Pública, respecto de realizar coordinaciones efectivas y de impulsar proyectos que permitan apuntalar la dotación policial y dotarla de herramientas y nuevas tecnologías para un mejor desempeño en sus funciones.
En este aniversario 98, Carabineros en Magallanes enfrenta el reto de seguir fortaleciéndose desde dentro, pero también necesita el respaldo efectivo de las políticas públicas y de la ciudadanía. La perseverancia institucional no basta si no se traduce en una modernización real de las estrategias y en una mayor comprensión de los factores sociales que alimentan la delincuencia.
El futuro de la seguridad en Magallanes exige un esfuerzo conjunto, donde Carabineros sea protagonista, pero no esté solo.




