De galpones abandonados a esperanza para la pesca: el ambicioso proyecto de Pesquera Marmag para una planta procesadora en Puerto Williams
- El iniciativa consiste en restaurar y poner en marcha la antigua planta Cidepes, que operó en la capital de
la comuna Cabo de Hornos hasta el 2008. Los primeros trabajos e inversión asociada comenzaron en marzo del 2021, consistentes en el retiro de escombros existentes en la antigua planta, rehabilitación de los galpones abandonados, obras civiles, reparación de estructuras, habilitación de servicios básicos, obra gruesa y carpintería.
Lucas Ulloa Intveen
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La pesca artesanal no está pasando por época de bonanza. Esta es una de las premisas desde donde Ricardo Maragaño y Ezio Firmani parten para levantar su proyecto “Restauración, puesta en marcha y operación de planta de procesos hidrobiológicos y emisario submarino Pesquera Marmag”. Se trata de un proyecto ambicioso ingresado hace poco al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (Seia) y recibida su admisibilidad a tramitación el miércoles de esta semana. No obstante, la mayor dificultad la observan en la renovación de la concesión marítima, trámite impostergable para el funcionamiento de la planta.
“El ostión no tiene venta en Estados Unidos y el mercado nacional está muy bajo; el erizo recién se va a empezar a producir a una escala un poco más alta de lo que estaba, los precios están bajos, no tiene la lengua amarilla de hace 10 años atrás”, señala Ricardo Maragaño, representante legal de Pesquera Marmag, a modo de diagnóstico inicial. Para producir pescado tienen dos grandes problemas: no hay planta y Puerto Williams no tiene cuota de pescado.
“En la estadística Puerto Williams no figuraba como zona de extracción de merluza o congrio, por eso quedó fuera”, plantea Maragaño. A través de tratos con pescadores del norte pueden conseguir una cuota, pero tampoco tienen dónde procesarla.
“Somos 17 armadores en Puerto Williams y para nosotros abrir un nuevo punto de entrega va a ser extraordinario. La capacidad de captura y desembarco es en base a lo cual está diseñado el proceso de la planta. Nosotros como gremio de Williams estamos muy entusiasmado para que esto funcione bien”, complementa Ezio Firmani a modo de introducción. “Si multiplicas los armadores por tres, somos alrededor de 50 pescadores locales directos, porque cada embarcación anda con 3 personas”.
Ezio Firmani y Ricardo Maragaño, socios en este proyecto, llevan 25 años trabajando en la pesca en Cabo de Hornos. Ambos recuerdan que las últimas faenas realizadas en dicha planta habían sido para la luga, por el 2008, hasta que quedó abandonada. Frente a la baja de los productos marinos, la necesidad de trabajo regular, surgió esta idea que se puso en marcha tras conseguir los primeros permisos con la Armada.
Restauración de
la antigua planta
El proyecto consiste en restaurar y poner en marcha la antigua planta Cidepes, que operó en Puerto Williams hasta el 2008. Los primeros trabajos e inversión asociada comenzaron en marzo del 2021, consistentes en el retiro de escombros existentes en la antigua planta, rehabilitación de los galpones abandonados, obras civiles, reparación de estructuras, habilitación de servicios básicos, obra gruesa y carpintería. Con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable, complementarán con obras de montaje y construcción de emisarios y planta de riles, instalación de maquinarias y equipos de producción, obras civiles en patio de acopio y el montaje de contenedores.
“Hay una logística importante que nos beneficia muchísimo a nosotros. Estaríamos a 5, 8 o 10 horas de zonas de pesca al punto de desembarque, versus las 45 o 50 horas a Porvenir. Mejora el rendimiento, te ahorra anualmente cerca de 180 millones por barco de acarreo, en cuanto a petróleo, personal, mortalidad”, sostiene Firmani.
Una gran apuesta
y alta inversión
Para ambos, el proyecto es una gran apuesta, ya que ya han invertido millones de pesos para arreglar la planta. “Desarmamos los dos galpones, montamos nuevos, arreglamos dependencias antiguas y hoy día nos quedamos con 2.000 metros cuadrados, con una parte de producción y otra de servicios. La planta está extraordinaria”, explica Firmani.
Previo a su restauración, la planta estaba abandonada y era un problema para la Capitanía de Puerto, llamados a resguardar el borde costero, ya que el lugar se propiciaba para consumir alcohol y realizar incivilidades.
La piedra en el zapato:
renovar concesión marítima
Este 2025 se cumple el primer periodo de la concesión marítima con la que pudieron comenzar este proyecto, pasando las primeras pruebas. Actualmente se encuentran en un proceso de renovación y modificación sustancial de la concesión, con la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, para completar la capacidad de operación de la planta. La modificación busca acreditar un patio de maniobras, el uso de cañerías de abducción y el emisario submarino, entre otras cosas.
“Una concesión se puede demorar 3, 5 o 7 años y nosotros no tenemos la capacidad para esperar eso”, sostiene Maragaño. “El Seia no nos tiene preocupado, porque nos hemos asesorado muy bien. Pero sin los patios de maniobras, la concesión para poner emisarios submarinos, este proyecto no tiene sentido”, sincera.
Preocupados por esta situación es que han mantenido múltiples reuniones con la seremi de Economía, el delegado presidencial regional, o el gobernador regional, Jorge Flies, para saber de qué modo pueden tener respuestas concretas respecto de los plazos.