Efectos de la clausura
Tras la clausura de la Municipalidad de Punta Arenas a la frutería ubicada en Chiloé con Waldo Seguel es posible apreciar en sus interiores los kilos de frutas que día a día se vuelven más blandas, oscuras y llenas de hongos. Desde el cierre y prohibición de venta es que los productos se mantienen en el mismo lugar, comenzando a lucir hongos y convirtiéndose en un foco insalubre y, por lo bajo, en repeler con sus olores a los transeúntes. Muchos ya avizoran que aquello podría atraer a seres hambrientos que podrían colarse entre sus pliegos, pero sólo queda continuar observando el proceso de putrefacción en las vitrinas de la verdulería.