El intolerable abandono del Museo Regional de Magallanes
Cada día que pasa, el histórico Palacio Braun Menéndez, sede del Museo Regional de Magallanes, se deteriora un poco más. Y con él, se degrada también el compromiso público con la preservación del patrimonio, el respeto a la historia local y la responsabilidad institucional.
A casi dos años de su cierre al público -el 1 de junio de 2023- , el proyecto de restauración interior de este emblemático inmueble aún no ha sido siquiera ingresado al Ministerio de Desarrollo Social para su evaluación. La gravedad de esta situación va mucho más allá de una mera burocracia estancada: estamos ante una negligencia prolongada que ya motivó una investigación disciplinaria interna y la intervención de la Contraloría Regional.
El abandono administrativo de este proyecto es un reflejo claro de ineficiencia institucional. Desde 2019, año en que se diagnosticó el deterioro del museo, los avances han sido ínfimos, pese a que se cuenta con fondos comprometidos por el gobierno regional para ejecutar las obras. No es casual que la denuncia que motivó el sumario se refiera a una situación “sumamente grave” que pone en riesgo tanto la conservación del edificio como de sus valiosas colecciones. La responsabilidad recae directamente en la dirección regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, cuya cadena de mando debilitada, falta de respuestas y decisiones erráticas han bloqueado el progreso durante años.
Más preocupante aún es la contratación de funcionarios sin las competencias mínimas para formular proyectos de inversión. Tal fue el caso del jefe de Gestión de Proyectos contratado en 2020, quien no contaba con acceso al Sistema Nacional de Inversión ni con capacitación técnica adecuada. No fue sino hasta dos años después que empezó un diplomado para adquirir esas competencias. Esto no sólo denota una negligencia grave en los procesos de contratación, sino también una falta de respeto hacia el trabajo técnico de los equipos del museo y hacia la ciudadanía magallánica.
La restauración del museo no es un lujo ni un capricho: es una urgencia patrimonial. El Palacio Braun Menéndez no sólo es uno de los inmuebles más valiosos de Punta Arenas, sino también un símbolo de nuestra memoria histórica. Postergar su recuperación equivale a permitir que se pierda, fragmento a fragmento, un testimonio insustituible de nuestra identidad regional.
La apertura de una investigación disciplinaria y el seguimiento de Contraloría son pasos necesarios, pero insuficientes si no se traducen en medidas concretas. El proyecto debe ser reasignado con urgencia a unidades con verdadera capacidad técnica, como la Subdirección Nacional de Museos o la Unidad de Infraestructura del propio Servicio del Patrimonio. Si se continúa con el mismo nivel de negligencia, el museo podría permanecer cerrado hasta 2029 o 2030. ¿Aceptaremos como sociedad una ausencia de casi una década?
Magallanes merece instituciones que actúen con diligencia, transparencia y compromiso con su historia. El tiempo del abandono debe llegar a su fin. La restauración del Museo Regional no puede seguir esperando.




