¿Quo Vadis Magallanes?: consideraciones sobre su situación demográfica
A fines de marzo pasado el Instituto Nacional de Estadísticas dio a conocer las primeras cifras referidas al Censo Nacional de Población del año 2024. Para sorpresa y decepción de muchos el registro enteró 166.537 habitantes (apenas cuatro más que los registrados en el censo de 2017 y que fue desestimado por mal ejecutado), lo que muestra un modesto crecimiento en comparación con el último censo válido anterior, con tendencia al estancamiento. Este es un hecho que debe mover a nuestros gobernantes a una reflexión profunda respecto del porqué del fenómeno.
Para hacerlo más entendible recurrimos a la demografía comparada, esto es a lo acontecido en la materia en el territorio argentino de la Patagonia y Tierra del Fuego, para ver la evolución histórica del poblamiento a uno y otro lado de la macrorregión austral americana. Como se sabe, Chile tomó posesión del estrecho de Magallanes y sus territorios en 1843, pero su poblamiento real y efectivo comenzó un cuarto de siglo después a contar de 1868. Argentina, que cuestionó esa posesión y reclamó su propia jurisdicción, inició en forma el poblamiento en Santa Cruz una veintena de años después (1885). Así los censos de población realizados en relativa contemporaneidad registraron sus correspondientes realidades demográficas. Para ello vale comparar las cantidades de población registradas a base de una referencia selectiva de los resultados censales, según pasa a mostrarse:
Estos antecedentes están incluidos en un estudio que publicamos en 1992* en el que señalábamos que inicialmente Magallanes enteraba el 77% de la población de la macrorregión austral debido a la antelación de su proceso colonizador y su mayor adelanto relativo, dejando a los territorios argentinos el restante 23%. Pero esa relación fue variando con el transcurso del tiempo camino de un equilibrio que se alcanzó hacia 1970/80, en un proceso que acentuó hacia el fin del Siglo XX, dejando a Magallanes en minoría poblacional. Ello, evidentemente en un contexto de crecimiento argentino y del dinamismo de su desarrollo con notoria orientación hacia sus territorios australes.
Sus consecuencias se advierten con total claridad en la realidad del presente, otra vez advertible por los resultados censales, el de 2022 en Argentina y el de 2024 en nuestro país. Así el primero arrojó un resultado total de 337.226 habitantes para la provincia de Santa Cruz y 185.732 para la de Tierra del Fuego, lo que significa que la primera duplica la población de Magallanes, en tanto que la segunda la supera en algo más del diez por ciento. La macrorregión austral totaliza una población de 689.535 habitantes, en la que Magallanes representa alrededor del 26%, lo que significa que a la vuelta de un siglo y algo más la situación se ha revertido y el desequilibrio poblacional se acentúa.
Y ese sorprendente proceso demográfico ha ocurrido ante nuestros ojos, lo que obliga a reflexionar acerca del porqué de ese rezago poblacional que refleja una abrumadora diferencia en el desarrollo socio-económico a uno y otro lado de la frontera internacional. Razón que, se reitera, debe motivar la preocupación del gobierno central chileno, de nuestro gobernador regional, de nuestros consejeros regionales, de nuestros representantes ante el Congreso Nacional y de cuantos otros por su profesión, interés académico y estudios deben estar atentos a los sucesos que nos atañan como región Cavilar acerca de cómo lo hemos hecho y hacemos y de cómo lo han hecho y hacen del otro lado del alambre.