¡Sólo para la foto!

Así como la fumata blanca anunció este jueves la llegada de un nuevo papa al Vaticano, dicen que a los vecinos del barrio Prat les encantaría que esté en funcionamiento el incinerador del viejo hospital para ver si alguna vez sale humo blanco anunciando la demolición de los edificios.

Se sienten engañados con el “show” que hicieron las autoridades en enero, cuando para la foto aparecieron firmando el contrato que adjudicaba a la empresa que se encargaría de echar abajo las moles de cemento.

Por ahí cuenta que la Dirección de Finanzas nunca elaboró la “asignación presupuestaria” para liberar las platas del millonario y jugoso contrato. 

No queda más que animar a los vecinos y decirles que se armen de paciencia (paz y ciencia), que la van a necesitar.