Necrológicas
Cien años de humildad y fortaleza

“Muy buen papá, excelente abuelo”: Mariano Quilahuilque celebró su centenario

Viernes 16 de Mayo del 2025

Compartir esta noticia
447
Visitas
  • Familiares y amigos destacaron su generosidad, su salud envidiable y su entrega silenciosa al hogar.

 

Silvia Leiva Elgueta
[email protected]

 

En una tranquila propiedad de calle Sarmiento, prácticamente en el centro de la ciudad, se vivió este jueves una jornada cargada de emociones, recuerdos y gratitud. Mariano Quilahuilque Loaiza, vecino querido por su entorno y hombre de corazón sencillo, celebró sus cien años de vida acompañado de su esposa, hijos, nietos y amigos. Un siglo de historia resumido en la serenidad de su mirada, en la voz de quien ha visto pasar los años sin perder la humildad ni el afecto por los suyos.

“Nací en Chiloé y me vine a Punta Arenas a cumplir el servicio militar”, recuerda con claridad don Mariano. “Y me quedé acá hasta los días de hoy”. Fue en esta ciudad donde decidió echar raíces, guiado por las amistades que fue cosechando, por el sentido de pertenencia y por el cariño de quienes lo rodeaban. “Caí bien, parece”, dice entre risas, dejando entrever la simpatía que, aún a sus 100 años, mantiene intacta.

Cumplió su carrera militar en el Ejército, donde, según recuerda, “cumplí con los reglamentos”, y tras jubilarse continuó su vida laboral en el ámbito rural, trabajando en una estancia “como civil”, como él mismo describe. Allí pasó varios años, hasta que con su esposa decidieron que era tiempo de regresar al hogar, al calor de lo conocido, a la tranquilidad de la vida familiar.

Don Mariano formó familia dos veces y tuvo siete hijos. Desde hace 45 años comparte su vida con María Sánchez, su actual esposa, con quien tuvo dos hijos: Cristina y Mariano. “Son ellos los que me ayudan acá, acompañan a mi señora”, manifiesta con gratitud, reconociendo el apoyo constante de su núcleo más cercano.

Durante este feliz acontecimiento, su esposa María no ocultó la emoción. “Muy responsable con la casa, muy buen marido, buen papá, y totalmente en la casa nunca hizo falta nada”, expresó con voz firme pero emocionada. “Está mejor que yo”, dice entre risas, admirando la buena salud que su compañero de vida mantiene a esta edad, algo poco común y digno de celebración.

Su hogar estuvo animado por la visita de familiares y nietos, entre ellos Julián Arizmendi, de 8 años, quien se mostró especialmente feliz: “Me siento muy contento de que mi tata cumpla más años, tenga más días de vida, que la pase con nosotros. Es como un regalo”. Y con la inocencia que sólo un niño puede tener, añadió que suele visitarlo seguido, que comparten onces y se sientan juntos a conversar. Esos pequeños momentos, aparentemente simples, son en realidad los que sostienen los lazos familiares.

Cristina, su hija, también compartió su alegría: “Muy buen papá, excelente abuelo, muy buen esposo. Así que estamos muy contentos como familia de poder estar aquí con él y poder compartir esta alegría de tenerlo, porque 100 años y las condiciones en que mi papá se encuentra es algo, una bendición”.

Círculo de
Suboficiales Mayores 

Aunque la gran celebración familiar está programada para el fin de semana, el día de su cumpleaños no pasó inadvertido. Hubo visitas, risas, fotos, y gestos de cariño. Entre los saludos se destacó el del Círculo de Suboficiales Mayores y Suboficiales del Ejército en Retiro, del cual don Mariano es socio. “No podíamos desaprovechar una oportunidad tan hermosa como esta, porque no todos los días se cumplen 100 años”, expresó Raúl Lorca Arraño, vicepresidente y actual presidente interino de la institución. “Para nosotros es un honor tenerlo como socio y más aún en el estado en que se encuentra, su mente, pero como un niño, excelente”.

Cumplir 100 años

Quilahuilque, por su parte, mantiene una filosofía de vida clara y serena. “Yo me encuentro bien porque no he sido maltratado, soy tranquilo, no fui vicioso, amante a la casa”, afirma con convicción. Cree que su estilo de vida simple ha sido clave para alcanzar esta edad: sin tabaco, sin excesos, con responsabilidad y cariño por el hogar.

“¿Un consejo para vivir muchos años?”, le preguntaron. “Yo creo que sí. Sería bueno que alguien lo escuche y sea así”, responde con modestia, como dejando la lección al pasar, sin imponerse, pero con la sabiduría que dan cien años de observar la vida desde cerca.

Y así, entre abrazos, historias y risas, pasó el día. Un día que no se olvida. Porque 100 años no se cumplen todos los días. Porque don Mariano no sólo ha vivido un siglo: lo ha vivido con amor, con familia. Y eso, en los tiempos que corren, es una celebración que merece ser contada.

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest