“Karol G: Mañana fue bonito”: Pero si le ponen la canción
“¿Cómo me convierto en una artista que trascienda?” se pregunta Carolina Giraldo, más conocida como Karol G, la cantante colombiana que se apropió de la versión femenina del reggaeton, la música urbana, el cabello camaleónico colorido y un concepto para identificar a sus fans mujeres: Bichotas.
La respuesta a su pregunta son las primeras imágenes de un estadio lleno y Karol G ascendiendo al escenario como una diosa erotizada interpretando su tema “El barco” y que el público corea anunciandole que lo ha logrado.
El documental “Karol G: Mañana fue bonito”, que parafrasea un tema musical y nombre de su gira mundial “Mañana será bonito”, es una producción de Netflix y también de Bichota films, productora que por el nombre debe estar involucrado con la cantante, por lo que no es difícil concluir que estamos ante un material audiovisual oficial y autorizado, lo que automáticamente lo vuelve menos interesante porque quiere decir que hay control de lo que se dice y muestra.
Detrás está Cristina Constantini, realizadora ganadora del Emmy y que aquí parece cumplir con una producción por encargo, lo que no quita mérito, porque hasta en este tipo de pegas se pueden hacer maravillas.
Pero aquí sigue la pauta que Netflix ha impuesto como casi manual de estilo en este tipo de producciones, dónde se mezcla entrevista a la cantante, imágenes de sus conciertos, ensayos y, lo mejor quizas del documental, imágenes caseras de su infancia y adolescencia donde queda en evidencia una vocación hacia el escenario musical y la influencia de su padre para lograr el objetivo.
Entre medio está su admiración por la cantante Selena Quintanilla, su momento musical con Shakira, sus temores cuando debe planificar conciertos y una actitud perfeccionista y emocional donde no se sabe si es impostada y mejor o peor de lo que se muestra.
El documental cumple las normas de lo autorizado y políticamente correcto, sin vueltas de tuerca, revelaciones sorprendentes y sorpresa visual en el montaje, porque su fin primero es aprovechar el exito que Karol G vive en estos momentos y ser un material con vocación de charla motivacional que arenga al esfuerzo inclaudicable de que todo se puede.
Por eso, “Karol G: Mañana fue bonito” está hecho, en primer lugar, para los fans de la cantante, para quienes la identifican y buscan algún dato curioso y, por último,un mercado de público que Netflix asegura y que, al parecer, ha resultado porque ya se encuentra entre las películas mas vistas del catálogo de mayo.
Entonces la pregunta que al inicio se hace la cantante sobre como trascender cuenta con una nueva respuesta: Hay que tener un documental.