Párvulos del jardín Continente Blanco exploran la biodiversidad subantártica y la energía eólica
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Menores del nivel Medio Mayor B recorrieron el Parque María Behety.
Una enriquecedora experiencia educativa vivieron los niños del nivel Medio Mayor B del Jardín Infantil Continente Blanco, de la Junji, quienes participaron en un proyecto pedagógico centrado en la biodiversidad de la región y las energías limpias, desarrollado durante el mes de marzo, bajo la coordinación de la educadora de párvulos Laura Calixto.
La iniciativa se enmarcó en el sello educativo del establecimiento, que contempla una mirada medioambientalista, naturalista y antártica, promoviendo el respeto por el entorno desde la primera infancia. Con ese objetivo, se planificaron diversas actividades que integraron el trabajo en aula, la narración de cuentos, la exploración en terreno y la expresión artística.
La primera etapa del proyecto se centró en la biodiversidad subantártica, con especial énfasis en los líquenes, organismos fundamentales para los ecosistemas del sur de Chile. Para introducir esta temática de manera lúdica, se utilizó el libro “Diversicuentos: cuentos infantiles sobre la diversidad biocultural subantártica”, acompañado de títeres fabricados especialmente para apoyar la comprensión de los niños. En este contexto, la educadora Laura Calixto relató el cuento “La señorita Cladonia y el señor Barbudo”, creación propia inspirada en sus experiencias como estudiante de Educación Parvularia en la Universidad de Magallanes, donde participó en proyectos vinculados a la ciencia escolar y la biodiversidad junto al programa Explora y de Omora, donde realizó practicas voluntarias.
Posteriormente, cerca de 20 párvulos realizaron una salida educativa al Parque María Behety, en compañía de funcionarios de la Municipalidad de Punta Arenas encargadas de proyectos de eficiencia energética y educación ambiental.
En el lugar, los niños observaron líquenes en su entorno natural, utilizando lupas y fichas ilustradas para identificar distintas especies. La actividad fue guiada por profesionales municipales, quienes explicaron de forma cercana y comprensible los conceptos clave de la biodiversidad local, fomentando la curiosidad y la observación activa en los menores.
“Buscamos siempre metodologías que sean significativas para los niños. En este caso, el cuento y los títeres sirvieron como puerta de entrada al conocimiento, permitiéndoles conectar emocionalmente con los personajes e interesarse por el entorno natural que los rodea. Luego, al visitar el parque, pudieron reconocer con sus propios ojos aquello que ya conocían a través de la historia. Eso fortalece su aprendizaje”, señaló la educadora.
Como parte del proyecto, se desarrolló una segunda jornada enfocada en la educación energética. En esta oportunidad, funcionarios municipales regresaron al jardín para mostrar un video educativo sobre los distintos tipos de energía existentes, poniendo énfasis en la energía eólica por su relevancia en la región. Luego de la visualización, los niños participaron en una experiencia de expresión artística en la que construyeron molinos de viento utilizando plasticina y otros materiales, recreando lo aprendido a través del juego creativo.
“Estas actividades permiten integrar diversas áreas del aprendizaje. Los niños no sólo aprenden sobre ciencias, sino que también desarrollan habilidades artísticas, lenguaje, trabajo colaborativo y sentido de pertenencia con su entorno. Además, valoran profundamente el salir del aula y observar la naturaleza en vivo”, agregó Calixto.