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Desde Argentina a la Umag: voces de integración en primera persona

Sábado 24 de Mayo del 2025

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  • Estudiantes trasandinos eligen la Universidad de Magallanes para formarse profesionalmente, apoyados por una beca binacional.

Once jóvenes argentinos provenientes de las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego fueron reconocidos este año como beneficiarios de la Beca de Integración Transfronteriza Austral, en una ceremonia realizada en la Universidad de Magallanes (Umag). Esta iniciativa, impulsada por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional (Agcid) para el Desarrollo junto a la casa de estudios regional, ofrece apoyo económico y exención total de aranceles y matrícula para cursar carreras técnicas y profesionales en Punta Arenas.

Mayra Rosales es una de esas historias. Viajó desde Río Grande, Tierra del Fuego, para estudiar Nutrición y Dietética en Punta Arenas. El traslado no fue menor. Para ella, la existencia de esta beca fue determinante, ya que la carrera que eligió no estaba disponible en su provincia. “Gracias a esta beca pude venir. Fue una oportunidad muy grande que no cualquiera puede conseguir. Donde yo iba a estudiar, en mi provincia, esta carrera no estaba, así que encontré la oportunidad acá y vine”, compartió. Su decisión no sólo responde a un interés académico, sino a una necesidad concreta de acceder a una formación que en su entorno inmediato no existía.

Para Fernando Pascuale, oriundo de Tolhuin, la experiencia ha implicado una adaptación importante. Hoy cursa la carrera técnica en Eficiencia Energética y Energías No Convencionales, un campo con proyección regional que también lo motivó a postular. Sin embargo, el paso de planear a concretar el viaje fue todo un proceso. “No es fácil mudarse a otro país, aunque sea para estudiar. La idiosincrasia es distinta, pero uno se va acostumbrando a la manera de vivir del país vecino”, reflexionó. Su relato da cuenta del esfuerzo que implica dejar el lugar de origen, enfrentar nuevos códigos culturales y asumir el desafío de construir un nuevo entorno cotidiano.

En tanto que Melanie Díaz, de Río Gallegos, eligió la carrera de Trabajo Social impulsada por motivos que mezclan lo familiar y lo simbólico. “Mis papás son chilenos y quería conocer más sobre la cultura y vivir en Punta Arenas, donde vive casi toda mi familia”, relató. Su llegada a la Umag no es sólo el inicio de una etapa académica, sino también una reconexión con parte de su historia personal. En su caso, la beca no sólo facilitó el acceso a la universidad, sino que también abrió un camino para recuperar vínculos y reconstruir identidad desde la experiencia directa.

Otra historia es la de Lautaro Soto, también oriundo de Río Gallegos, quien optó por estudiar Kinesiología en la Umag. Para él, la decisión estuvo marcada por una evaluación práctica de costos y beneficios. “Iba a estudiar en Buenos Aires, pero era mucho gasto y aquí tengo a la familia de mi papá. Me gustó mucho la universidad, me estoy adaptando bien”, indicó. En su elección confluyen factores económicos, afectivos y de calidad educativa. La posibilidad de permanecer cerca de un núcleo familiar, mientras accede a una carrera con buena proyección laboral, lo llevó a cruzar la frontera y establecerse en Punta Arenas.

Un programa que se construye desde las experiencias

A través de estas voces, la Beca de Integración Transfronteriza Austral se configura como una herramienta concreta de equidad territorial y movilidad académica en el extremo sur del continente. No se trata sólo de un beneficio económico, sino de una política que incide directamente en las biografías de quienes, de otro modo, difícilmente habrían tenido acceso a esta formación.

En la experiencia de Mayra, Fernando, Melanie y Lautaro confluyen diversas motivaciones, pero un mismo horizonte: formarse profesionalmente, ampliar sus horizontes y construir una vida académica en una ciudad distinta, pero no ajena. En cada testimonio se percibe el esfuerzo, la adaptación y también la gratitud por una oportunidad que, más allá de los beneficios materiales, permite tender puentes reales entre territorios históricamente vinculados.

De ese grupo, siete estudiantes iniciaron este 2025 su formación académica, sumándose a un programa que desde su implementación en 2018 ha promovido activamente la integración regional a través de la educación superior.

Durante la ceremonia, realizada en la sala de Consejo de Rectoría y convocada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Umag, el rector de la Umag, José Maripani, destacó que “ya han sido cerca de 30 personas las que han venido a estudiar gracias a este beneficio, y este año se incorporan siete más”. Por su parte, el cónsul de Argentina en Punta Arenas, Gustavo Domínguez, subrayó que es un programa interesante, “una beca de cinco años en la cual la Umag, junto con la Agcid, han hecho un gran esfuerzo que apreciamos y valoramos. Sin dudas, es otro paso importante en la integración regional”.

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