Una deuda histórica con los bomberos comienza a saldarse
El reciente anuncio de la licitación para construir nuevas dependencias para la Segunda Compañía de Bomberos de Punta Arenas es relevante tanto para la comunidad como para esta entidad que ha servido por más de 125 años a la comunidad. La inversión pública supera los 3.180 millones de pesos y representa mucho más que un nuevo edificio, ya que es el reconocimiento tangible al rol irremplazable que cumple el voluntariado bomberil en la protección de vidas y bienes.
Desde los estragos sufridos por el desborde del río de las Minas en 2012 y hasta que su antiguo cuartel fuera declarado inhabitable tras un incendio en 2014, la Segunda Compañía ha operado en condiciones transitorias que, si bien han demostrado la resiliencia de sus 41 voluntarios, no se condicen con la urgencia ni con la dignidad que merecen.
La ubicación proyectada en el sector de Manuel Rodríguez con Avenida Ancud no es sólo estratégica, sino que responde a una necesidad real y urgente de los cerca de 30 mil habitantes del sector sur, quienes serán beneficiados con una cobertura más eficiente frente a emergencias. En un contexto de expansión urbana, dejar sin infraestructura de emergencia moderna a estos barrios es condenar a sus vecinos a una vulnerabilidad evitable.
El nuevo cuartel, que incluirá diseño y construcción bajo la modalidad de “pago contra recepción”, es una apuesta inteligente que recorta tiempos burocráticos y acelera el inicio de obras. Que el modelo esté basado en la moderna Quinta Compañía, con mejoras como una torre de ejercicios y capacidad para tres carrobombas, refleja también una voluntad por hacer las cosas bien, con visión de futuro.
Pero más allá de la ingeniería, los presupuestos y las fechas de adjudicación, este proyecto es un símbolo. Es la posibilidad de devolver dignidad a una compañía que ha respondido en cada catástrofe, muchas veces arriesgando la vida en medio de condiciones adversas y sin exigir nada a cambio. La ciudadanía lo sabe; los gobiernos deben demostrar que también.
Que esta licitación no quede, como tantos otros anuncios, atrapada en la maraña de la burocracia o el tecnicismo. Punta Arenas necesita cuarteles operativos y seguros y nuestros bomberos merecen infraestructura a la altura de su compromiso.