Pugna de titanes
Un mito recurrente en la historia de la humanidad es el choque brutal entre dos poderosos monstruos que luchan por conquistar el control total del mundo. Nunca hasta ahora sin embargo, más allá de su inteligencia, poder físico o mental, dos personajes de carne y hueso, poseedores de incalculables riquezas y ningún escrúpulo, se habían enfrentado con tanta fiereza sobre la tierra.
Donald Trump y Elon Musk son como la reencarnación de los superpoderes de un comic para adultos millonarios. Aunque su fabulosa fortuna varía minuto a minuto, en febrero pasado el gabinete de Trump era el más rico en la historia de Estados Unidos, con un patrimonio colectivo de más de 460.000 millones de dólares. Musk, por su parte, aportaba 400.000 millones del total. Como dijo Sergio Onofre Jarpa, una vez, esta no es una pelea de perros chicos.
Sus resultados son inciertos, aunque en el primer round se impuso Trump.
Hace poco una publicación norteamericana informó que la buena relación entre Elon Musk y Donald Trump llegó a su fin. El jefe ejecutivo de Tesla y el Presidente de Estados Unidos protagonizaron una pelea que para muchos significó el fin de la históricamente provechosa amistad entre ambos. El sábado 30 de mayo se realizó la despedida oficial de Musk del gobierno de Estados Unidos, evento en el que Donald Trump se desvivió en elogios hacia el Ceo de empresas como Tesla y Space X.
Musk se desempeñó como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge, por sus siglas en inglés) y como Consejero superior del Presidente Trump desde el 20 de enero de 2025.
Un día después de sus ataques personales, el Presidente estadounidense habló de un supuesto intento de acercamiento hacia su ahora examigo para “hacer las paces”.
A través de una larga publicación en X, el actor mexicano Eduardo Verástegui abogó por la paz y el perdón entre Elon Musk y Donald Trump. Reconoció que los dos son hombres muy diferentes pero que “ambos luchan por la libertad, la verdad y el futuro de la civilización”. Lo que considera que “no es casualidad. Es providencial”.
Incluso les dijo que su misión es demasiado grande y les recordó que ambos “son amigos luchadores por la libertad y voces providenciales en tiempos de caos”.
Aseguró que ambos volverán a estar juntos y les recordó una anécdota de como Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt unieron fuerzas en la Segunda Guerra Mundial.
Como ha ocurrido desde el 20 de enero, la situación no parece fácil.
“Mira, Elon y yo teníamos una relación excelente. No sé si la seguiremos teniendo”, dijo Trump en el Despacho Oval. “Dijo cosas muy bonitas sobre mí, y no ha dicho nada malo de mí personalmente, pero estoy seguro de que eso será lo próximo. Pero estoy muy decepcionado de Elon. Le he ayudado mucho”.
Trump afirmó que los ataques feroces de Musk se originaron en su propuesta de eliminar los créditos fiscales al consumo para vehículos eléctricos. Musk, director ejecutivo del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, ha declarado su oposición al proyecto de ley porque incrementará el déficit federal.
Y hay mucho más, desde muy diferentes perspectivas. El retiro del financiamiento de las universidades -empezando por la muy prestigiosa Harvard- puede ser el ahorro más caro de todos.
Pese a su arremetida, es claro que con Trump nunca se sabe. Con Musk, tampoco nadie sabe nada.




