Gimnasia sin fronteras: Punta Arenas recibe a la élite infantil de la Patagonia chilena argentina
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Más de 150 deportistas de ambos países protagonizan el XXV Campeonato Vanessa Mihovilovic Bonardi, un evento que marca el reencuentro con la alta competencia y proyecta a nuevas generaciones al escenario sudamericano y mundial.
Con más de 20 años de trayectoria, el Campeonato de Gimnasia Rítmica Vanessa Mihovilovic Bonardi volvió a levantar sus cintas, aros y clavas en Punta Arenas, esta vez con una participación histórica: toda la Patagonia argentina y chilena reunida en un mismo tapete. Durante dos días, viernes 20 y sábado 21 de junio, más de 150 gimnastas de distintos niveles ejecutan 237 esquemas frente a un panel de jueces nacionales e internacionales, en una competencia financiada por el gobierno regional a través del Fondo 8%.
“Este año logramos convocar a todos los clubes de Magallanes y de la Patagonia argentina, lo que hace de esta edición algo muy especial”, destacó María Paz Vera Almonacid, técnica de gimnasia y presidenta de la Asociación de Gimnasia de Punta Arenas. “Es un campeonato de iniciación para muchas niñas, con categorías que comienzan desde los cuatro años, pero también tenemos gimnastas con años de experiencia. Además, nuestros jueces vienen desde distintas regiones del país, lo que garantiza imparcialidad y nivel técnico”, resaltó.
El torneo no se realizó el año pasado por distintas razones, pero su retorno se vive con entusiasmo. María Paz agregó otro dato relevante: una exgimnasta de la asociación local está representando a Chile en el Mundial de Bulgaria, en la categoría junior, tras continuar su formación en Santiago.
Entre las competidoras, el ambiente mezcla nerviosismo y emoción. Victoria Ortega Solo de Saldívar, gimnasta magallánica con nueve años de experiencia, aportó su sentir: “Llevamos entrenando desde diciembre para este campeonato. La gimnasia ha sido parte de mi vida desde los cuatro años, así que esto significa mucho para mí. Entrenamos tres veces por semana, y esperamos que el trabajo se vea reflejado en la competencia”.
Desde Río Grande, Argentina, vino María Belén Jaime Serrael, quien también comenzó a entrenar desde pequeña: “Entrenamos cuatro horas, tres veces por semana. Venir a este campeonato siempre me genera nervios, pero también confianza en lo que venimos haciendo. Lo que más me gusta es poder enseñar a mis compañeras lo que sé, ayudarnos entre todas”.
El esfuerzo de las delegaciones trasandinas fue notable. Mariana Medina, profesora del Municipio de Río Grande, trajo a 52 gimnastas, de entre seis y 19 años: “Este torneo nos encanta porque permite la participación de todos los niveles. Antes de la pandemia veníamos siempre, pero por distintos motivos dejamos de hacerlo. Hoy volvemos con más fuerza, con niñas desde nivel formativo hasta nivel A”. La Escuela Municipal de Río Grande cuenta con tres sedes activas y cinco profesoras que trabajan a tiempo completo: Anabel Aguchino, Mariana Medina, Perla Acevedo, Juliana Cruels y Maya Chávez.
La técnica Letty Villanueva Ojeda también tuvo palabras para sus representadas. “Vengo con alumnas del Club Movimiento Deportivo Austral y del Colegio Alemán. En ambos casos hay niñas muy pequeñas, desde los cinco años. Algunas están debutando y otras ya tienen experiencia en competencia. Siempre estamos motivando a que nuevas niñas se integren”.
Uno de los elementos clave del campeonato es la evaluación técnica. Pamela Carrasco Martínez, jueza internacional de gimnasia rítmica, expresó: “Se evalúan cuatro componentes: dificultad corporal, composición artística, ejecución técnica y manejo del aparato. Las rutinas deben cumplir exigencias específicas. Hoy hemos visto series con manos libres, aro, cinta y balón, y mañana se sumarán clavas, dúos, tríos y conjuntos. Este campeonato está regido por las normas de la Confederación Sudamericana de Gimnasia”.
Carrasco valoró también la continuidad del equipo evaluador: “Muchos de los jueces somos invitados año tras año por la organización. Eso da consistencia a los criterios y seriedad al torneo”.
Con un programa que incluyó rutinas, con la presencia de niñas debutantes junto a figuras proyectadas al alto rendimiento, el Campeonato Vanessa Mihovilovic Bonardi vuelve a consolidarse como un hito del calendario deportivo patagónico, que no solo fortalece la gimnasia rítmica regional, sino también los vínculos entre Chile y Argentina a través del deporte.