Falabella queda sin grupo controlador y comienza la lucha por el poder
- Tras 22 años, vence pacto entre familias que controlan el 66% de la empresa.
Nuevos actores y la renovación del directorio abrirán la batalla por la mayoría.
El 1 de julio de 2025, Falabella dejará de tener un grupo controlador tras la expiración de un pacto accionarial vigente desde 2003 que unió por 22 años a siete familias con el 66,63% de la propiedad al cierre de 2024. Este acuerdo no será renovado y permitirá a cada familia comprar o vender acciones sin restricciones, aunque sin pacto ni subpacto inmediato. La lucha por el poder se centrará en la renovación del directorio en abril de 2026, donde las familias Müller y Fürst, nuevos accionistas con un 8% combinado, podrían ser decisivas para formar mayorías.
Las siete familias históricas incluyen a los clanes Solari (Auguri, Corso, San Vitto, Liguria), los Heller (Bethia), Cardone (Amalfi) y los Del Río. Hasta ahora, el control se ejercía por consenso bajo el pacto que facilitaba la elección de directores. Sin embargo, en 2023 se produjo un quiebre cuando el directorio eligió a Enrique Ostalé, externo a las familias, como presidente, dividiendo a los accionistas en dos bandos. La salida del gerente general y el nombramiento de un nuevo CEO impulsaron luego la recuperación financiera, con ganancias de US$483 millones en 2024 y un alza bursátil cercana al 60% en 2023.
El fin del pacto libera la compra y venta de acciones, generando incertidumbre. Algunos grupos podrían aumentar su participación para asegurar directores, mientras que otros podrían reducirla, afectando el precio de la acción. Los Müller y Fürst, con su reciente inversión, no planean pactos y buscan independencia, aunque mantienen vínculos históricos con algunos clanes. Tomás Müller, socio del banco de inversiones Altis, y Paul Fürst, director del Banco de Chile, podrían ser propuestos para el directorio.
El escenario hacia 2026 muestra una fragmentación: la alianza Solari Donaggio, Karlezi y Cortés suma 35,2% y garantiza cuatro directores; las AFP y los Müller-Fürst eligen uno cada uno; Paola Cuneo otro. Solo quedan dos cupos para disputarse entre Del Río y Heller-Cardone, lo que mantiene abierta la batalla por el control en Falabella.
En este contexto, la elección de directores será clave para definir quién tiene la mayoría en la mesa. La historia reciente muestra que cambios en la presidencia y dirección de la empresa han generado tensiones, pero también mejoras en los resultados. Los próximos meses serán cruciales para que cada familia evalúe su estrategia y participación. Aunque no hay pactos en marcha, nadie descarta alianzas futuras. La lucha por el poder en Falabella no solo implica números, sino también relaciones y visiones de negocio que marcarán el rumbo de uno de los mayores conglomerados de Chile.
Con información
de La Tercera




