“Lo peor para el país sería replicar un escenario de polarización como el de la segunda vuelta de 2021”
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En entrevista con La Prensa Austral, el parlamentario abordó el alza de Jeannette Jara en las encuestas, la fuga de militantes de Amarillos y las opciones de Ximena Rincón en las presidenciales de noviembre.
Marcos Sepúlveda Loyola
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Yo me siento profundamente democratacristiano, voy a morir siendo democratacristiano”, señala Matías Walker Prieto al ser consultado sobre cuál es su análisis sobre porque la DC dejó de ser ese caballo que tiraba la carreta de la Concertación y quién se hace cargo de ese electorado huérfano que existe en un centro político cada vez más desfigurado.
Según Walker, la DC se izquierdizó y dejó de ser el partido de los acuerdos. Para él la muestra más palpable fue cuando su excolectividad llamó a votar Apruebo para el 4 de septiembre, cuando él pedía que se diera libertad de acción. Esto provocó un quiebre que terminó con él y otros parlamentarios renunciando a las filas falangistas.
Walker insiste que su intención es que Demócratas recupere la vocación histórica de la DC de ser ese partido de clase media, de los campesinos y de todo ese tejido social amparado en el mundo católico de base.
El senador por Coquimbo realizó el último fin de semana una visita relámpago a Punta Arenas para ver cómo avanza la constitución de Demócratas en Magallanes, tarea de la que depende el futuro presidencial de Ximena Rincón, quien para estar en la papeleta de noviembre debe ir por un partido constituido en las 16 regiones del país.
– Si prospera la reforma al sistema político, ¿ven como un desafío alcanzar el umbral del 5%? En las últimas municipales no lo alcanzaron.
– “Esta no es una reforma política, es una reforma electoral. Acá no estamos cambiando el régimen presidencial, no estamos dándole más atribuciones a la región, estamos dándole menos atribuciones a la región. Porque, como está diseñado el proyecto, podemos tener un problema de legitimidad democrática, ya que Magallanes podría elegir con la primera mayoría regional a un diputado o un senador que, si su partido no alcanza el 5% a nivel nacional, no va a llegar al Congreso. Y eso puede producir una desafección ciudadana mayor”.
“El problema de Chile no es la fragmentación política, es la polarización. Algunos quisieran que en Chile hubiera dos partidos: un partido de derecha y un partido de izquierda (…) Por otra parte, hay que recordar que el sistema proporcional no se ha probado con voto obligatorio. ¿Qué pasa con el voto obligatorio? Se tiende a elegir a liderazgos más moderados. Démosle una oportunidad”.
– ¿Ximena Rincón es una opción competitiva en una primera vuelta o podría restarle votos a la socialdemocracia o a Matthei?
– “Ximena Rincón no aparece en las encuestas porque no está legalmente habilitada para ser candidata presidencial, y desde el momento en que quede habilitada -objetivo que esperamos lograr en las próximas semanas- va a estar en el imaginario colectivo, va a ser invitada a los debates presidenciales y, con eso, va a poder ser asumida como alternativa por la ciudadanía”.
Apoyo de Amarillos
a Matthei
– ¿Cuál es su opinión sobre el apoyo explícito de Amarillos a Matthei?
– “Lamento que esa decisión haya producido una fractura en Amarillos, porque renunciaron a ese partido liderazgos muy importantes como Gutenberg Martínez y Soledad Alvear. Más que la decisión, lamento los efectos de ella, porque lo que yo aspiro es que se logre en algún momento la unidad de lo que fue el centro y la centroizquierda por el Rechazo”.
– ¿Hay conversaciones para plegar a estos exmilitantes DC a las filas de Demócratas?
– “No quiero invitar a liderazgos que son tan trascendentes por la prensa, pero sí lo que hemos conversado con ellos es que, en algún momento, tiene que emerger en el país una opción de centro fuerte y unitaria”.
– Actualmente en las encuestas aparece que Jeannette Jara podría ser la abanderada del oficialismo. ¿Qué opina de este fenómeno?
– “Para nosotros, como partido de centro, lo peor que para el país sería replicar un escenario de polarización como el de la segunda vuelta de 2021, cuando se enfrentó un candidato más de extrema izquierda, como Gabriel Boric, con un candidato más de extrema derecha, como José Antonio Kast. Creemos que eso no es bueno para Chile. Por eso, creo que más que nunca, y frente a los últimos resultados de las encuestas, donde el primer lugar lo está asumiendo Kast, Chile necesita una opción de centro”.
– ¿Ve con preocupación una potencial victoria de Jara?
– “Me preocupa por el país que tengamos que, nuevamente, elegir entre opciones extremas. Creo que la inmensa mayoría de la ciudadanía se siente más representada con el centro, con el sentido común ciudadano, con la moderación. La gente no quiere cambios radicales, por lo tanto, nuestra responsabilidad como partido de centro es hacer todo lo posible para darle al país una opción de centro”.
– ¿El eventual gobierno podría ser del oficialismo o necesariamente va a ser de la oposición?
– “A una semana de la primaria del oficialismo y a cinco meses de las elecciones, puede pasar cualquier cosa. Por eso nosotros, como demócratas, sentimos la responsabilidad de constituirnos en todo Chile y tener esa opción frente a la ciudadanía”.
Necesidades país
– Más allá de los temas relativos a seguridad, ¿cuáles son las otras necesidades que usted vislumbra en el país que deben tener una solución a corto o mediano plazo?
– “La situación de listas de espera que tenemos en los hospitales es escandalosa. Dimos un paso ahora con la aprobación del proyecto que permite una atención prioritaria a los usuarios de Fonasa, que es un proyecto que había ingresado durante el gobierno del Presidente Piñera y que discurrió en una absurda discusión respecto de si era el Estado o el sistema privado el que tenía que hacerse cargo de las listas de espera. Bueno, finalmente primó la razón y va a ser a través de una colaboración público-privada (…) Centro oncológico en toda la región: hoy es la primera causa de muerte”.
– Una de las principales consecuencias de la crisis en las Isapres es el aumento explosivo de los afiliados a Fonasa. ¿Quién se hace cargo de esto, que tiene a muchísimos municipios que administran la salud en una crisis similar a la que existió en la educación?
– “Sigo sosteniendo que sólo a través de la colaboración público-privada vamos a poder resolver los problemas estructurales que tenemos en salud. En la pandemia hubo colaboración público-privada, y la prioridad de las camas se asignaba en función de la gravedad del paciente y no del bolsillo del paciente (…) Hemos demostrado que se puede cuando dejamos la ideología de lado. Obviamente, en materia de Isapres hay mucho que avanzar: terminar con las preexistencias, las discriminaciones”.
– Los jóvenes hoy ven que vivirán peor que sus padres. El escenario está complicado: no pueden acceder a créditos hipotecarios, tienen trabajos sin contrato y muchos de ellos no pueden dejar la casa de sus padres. ¿Cómo se puede fomentar mayores oportunidades para este sector? ¿Esto puede ser un caldo de cultivo para un futuro estallido social?
– “Los jóvenes de su generación, que es la generación de mis hijos, tienen problemas para acceder a fuentes de empleo formales en las carreras que estudiaron. Yo lo veo en mi región: jóvenes que se endeudaron para ser ingenieros civiles e industriales y hoy están manejando una aplicación o trabajando en una multitienda. Eso es porque Chile dejó de crecer. O sea, perdón lo reiterativo, pero si Chile no vuelve a crecer, no vamos a volver a darle oportunidad a los jóvenes”.
– ¿Y esta falta de oportunidades puede ser el caldo de cultivo de un nuevo estallido social?
– “Yo espero que no, porque la gente entendió que hubo sectores políticos que se aprovecharon del estallido social para impulsar su propia agenda política y utilizaron a la gente”.