La irresponsabilidad de los conductores ebrios
Las cifras entregadas por Carabineros de la Primera Comisaría de Punta Arenas no sólo preocupan, sino que alarman. En lo que va del año, 110 personas han sido detenidas por conducir en estado de ebriedad y otras 909 han sido infraccionadas por manejar sin licencia. Se trata de un fenómeno persistente que no puede ser minimizado como “hechos aislados”, porque tiene nombre, rostro y consecuencias: se llama irresponsabilidad al volante y se vive todos los días en las calles de nuestra ciudad.
El mayor Sergio Castellón fue claro: muchos de estos conductores son detectados incluso al mediodía bajo los efectos del alcohol o drogas, y no dudan en huir de los controles policiales, poniendo en riesgo no sólo su vida, sino la de peatones, ciclistas y otros automovilistas. Y lo hacen en pleno invierno, cuando el hielo y la escarcha ya hacen que conducir sea un riesgo en sí mismo.
En paralelo, hay 189 conductores sancionados por circular con documentación vencida o vehículos sin condiciones técnicas, lo que se traduce en una tormenta perfecta azuzada por vehículos inseguros conducidos por personas sin licencia, ebrias o drogadas. ¿Qué más debe pasar para que la ciudadanía tome conciencia?
Los esfuerzos de Carabineros, el Ministerio de Transportes, las campañas con Senda y los controles conjuntos son valorables, pero claramente no bastan si como sociedad seguimos tolerando esta cultura del “total no me pillan”. Lo que se necesita con urgencia es un cambio de actitud y tener cero tolerancia social con el manejo en estado de ebriedad, sanciones ejemplares y, sobre todo, educación vial desde la base.
Tan grave como las infracciones son las agresiones a los carabineros, que ya suman al menos seis funcionarios lesionados, incluyendo fracturas, golpes en el rostro y contusiones graves. Esto lleva a cuestionar cómo se puede exigir seguridad si quienes la garantizan son atacados cuando intentan hacer cumplir la ley.
Esta no es sólo una lucha policial, es un desafío ciudadano. La seguridad vial no se puede delegar, pues se tiene que construir colectivamente, con responsabilidad y respeto. Porque no es aceptable que en pleno 2025 sigamos normalizando que alguien tome el auto sin licencia, sin papeles y, peor aún, con alcohol en la sangre o drogado.