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“Los Bioy” (2)

Por Marino Muñoz Aguero Domingo 29 de Junio del 2025

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Borges con Bioy produjeron las antologías “Los mejores cuentos policiales” I y II, “Cuentos breves y extraordinarios”, “Libro del cielo y del infierno”. Además, escribieron cuentos en colaboración con los seudónimos de Honorio Bustos Domecq y Benito Suárez Lynch. Entre las diversas colecciones que dirigieron, estuvo “El séptimo círculo” para la editorial Emecé (sello en el cual tenían participación las familias Braun y Menéndez). La colección, de corte policial, consta de 366 títulos publicados entre 1945 y 1983; Borges y Bioy la dirigieron hasta el volumen 120.

Adolfo Bioy Casares fue un fecundo novelista y cuentista. Su obra más celebrada es “La invención de Morel”, de 1940, considerada un clásico de la literatura fantástica a nivel universal, género preferentemente cultivado por el autor, quien además llegó a ser un jugador de tenis de nivel casi profesional. Silvina Ocampo -en sus inicios, pintora- fue novelista, dramaturga, poeta y cuentista, género este último en el cual podemos encontrar la mejor faceta de su obra, en general introspectiva, íntima y descarnada. Durante el verano de 1946, el matrimonio escribió en conjunto en su residencia de Mar del Plata la novela “Los que aman odian”, una pieza fundamental de la literatura argentina, publicada en el volumen 31 de “El séptimo círculo”. La novela fue llevada en varias ocasiones al cine, siendo la última de ellas en 2017 con la actuación de Guillermo Francella.

Jovita Iglesias, desde su sitial privilegiado de “ama de llaves”, nos acerca a la intimidad del matrimonio. Lo hace con el apoyo editorial de Silvia Renée Arias, y así surge un relato bien articulado y compacto. Vamos, pues, con algo de lo que Jovita nos cuenta.

Para Silvina Ocampo, Jovita fue como una hija. Ella no podía darle descendencia a Bioy, por lo cual temía que éste la dejara. Siempre tuvo temores respecto de su marido: que no volviera, que lo secuestraran, en especial durante el peronismo, corriente a la cual eran abiertamente contrarios.

Jovita recuerda que en 1954 Silvina y Adolfo le presentan a Marta, una bebé de pocos meses; era la hija que Adolfo había tenido fuera del matrimonio. No obstante, Silvina la adoptó como propia. El escritor tuvo, además, otro hijo, al cual conoció de adulto: Fabián Bioy, que murió en 2006 a los 42 años de edad y que sobrevivió siete años a su padre.

El matrimonio cumplió con aquello de “hasta que la muerte los separe”, y ello ocurrió cuando falleció Silvina en 1993, luego de padecer Alzheimer durante un largo tiempo. Cumplieron lo prometido a pesar de las numerosas y bulladas infidelidades de Bioy, entre las cuales se cuenta un romance con una sobrina de Silvina y la tormentosa relación con la escritora mexicana Elena Garro, esposa del Premio Nobel Octavio Paz. Bioy alguna vez dijo que “Silvina también tenía otras relaciones, pero no tan frecuentes”. La pareja nunca se separó, aun cuando ambos sabían de las infidelidades del otro.

Vivieron su existencia entre libros, en su departamento de Posadas 1650, a media cuadra de la Plaza San Martín de Tours y del café “La Biela”, sitio que frecuentaba Bioy con Borges y donde pediría las viandas después de quedar viudo tras la muerte de Silvina. Los viajes a Europa y Norteamérica y los veranos en Mar del Plata los alejaban de su querido barrio de la Recoleta, en cuyo prestigiado y turístico cementerio descansan sus restos.

Como ya indicamos, Silvina murió en 1993 a los noventa años de edad, precisamente el 14 de diciembre de 1993. Fue un duro golpe para Bioy. Sólo veinte días después, el 4 de enero de 1994, su hija Marta moría víctima de un accidente automovilístico.

Jovita recalca que los últimos años de Bioy fueron duros. Sufrió un par de accidentes caseros, lo acechaba la soledad y, a raíz de un juicio por herencia que le interpuso el segundo marido de su hija, casi pierde su propiedad de La Recoleta.

“Los Bioy” es un buen retrato de este célebre matrimonio. Ambos dedicaron su existencia a la literatura, no obstante, la falta de reconocimiento en vida. Afortunadamente, con el paso del tiempo su obra se ha valorizado hasta ocupar el alto sitial que se merece.

—“No soy sociable, soy íntima” (Silvina Ocampo).

—“Le gustaba la literatura, eso es todo” (Adolfo Bioy Casares; epitafio).

Jovita Iglesias nació en España en 1925. Llegó a Argentina en 1949 y, a los pocos días, conoció a Silvina Ocampo. Desde entonces y hasta la muerte del escritor, acaecida en 1999, trabajó donde la familia Bioy. Su marido, José Montes Blanco, también desempeñó tareas en la casa del matrimonio.

Silvia Renée Arias nació en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, en 1963. En 1984 se trasladó a Buenos Aires. Es periodista, cuentista y novelista.

“Los Bioy”, Jovita Iglesias y Silvia Renée Arias. 1ª edición, Fábula, Tusquets Editores. Buenos Aires, Argentina, 2003, 186 págs.

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