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San Pedro volvió a navegar: familias mantienen viva la devoción al santo patrono

Lunes 30 de Junio del 2025

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  • La tradicional festividad religiosa se celebró este domingo con una misa, procesión y homenajea pescadores fallecidos. La comunidad recordó a los trabajadores del mar que ya no están.

Con una misa al aire libre, una procesión por tierra y una emotiva navegación por la bahía de Punta Arenas, la caleta de Barranco Amarillo, al norte de la ciudad, celebró este domingo 29 de junio la tradicional festividad de San Pedro Pescador. La ceremonia religiosa fue presidida por el obispo Oscar Blanco Martínez y reunió a pescadores y vecinos del sector, en una jornada marcada por la fe, la tradición y el recuerdo de quienes han perdido la vida en el mar.

La actividad comenzó temprano con el traslado de la imagen del Santo desde la Capilla Jesús de Nazaret hasta el muelle, en una procesión que contó con el acompañamiento musical de la Banda Insignia de la Tercera Zona Naval y la participación de peregrinos que escoltaron la figura del patrono de los pescadores. La misa fue celebrada en el sector de la caleta, donde se realizaron plegarias por los hombres de mar fallecidos.

“Pedro fue un pescador en quien Jesús confió su iglesia. Por eso, en esta fecha lo recordamos como ejemplo de una fe trabajada, sacrificada, propia de los pescadores que enfrentan dificultades personales, familiares y sociales, buscando los recursos para sostener a los suyos”, expresó monseñor Blanco, destacando la profunda identificación que los trabajadores del mar sienten con el apóstol.

Una vez concluida la eucarístia, realizada en la caleta, se desplegó la procesión marítima por la bahía, en la que los presentes arrojaron flores y una ofrenda al mar en memoria de los trabajadores fallecidos. En el bote que trasladó al Santo se colocaron fotografías de Carlos Muñoz Cayún, Carlos Coñoecar y Juan Guerrero Soto, entre otros hombres de mar recordados con emoción por sus familias y compañeros.

“Es un homenaje a todos los compañeros que se han perdido en el mar y a San Pedro, que es nuestro patrono. Por eso todos los años estamos presentes acá”, destacó el pescador José González, quien desde 1996 participa en la celebración. Aunque actualmente no se encuentra trabajando debido a una enfermedad, no quiso faltar. “Yo tuve un ACV, estuve delicado, pero gracias a él salí adelante. Esta tradición no se pierde”, realzó.

La organización del evento estuvo a cargo de un grupo de familias que, por generaciones, ha mantenido viva esta devoción. “Mi familia lleva 33 años organizando esta fiesta. Toda mi familia está en la pesca, mis abuelos, mis tíos, mis padres… somos cinco o seis familias que todos los años preparamos esta festividad con mucho cariño”, relató Nataly Cárdenas Mansilla, quien también destacó la realización de nueve noches de novenario antes del día principal.

Unión del sector

Con más de 45 años de experiencia en el rubro, el pescador Juan Lemus también fue parte de la misa y del homenaje. Aunque reconoció no ser muy religioso, valoró la instancia como una muestra de unión del sector. Consultado por la situación actual de la pesca artesanal, advirtió que es compleja. “Ahora estamos trabajando la centolla y el erizo, pero ni siquiera sabemos cuánto nos van a pagar. Salimos sin precio, con una inversión grande, con cuatro personas a bordo. Es complicado”, dijo, agregando que cada vez que salen deben realizar inversiones que superan los diez millones de pesos.

La ceremonia también convocó a vecinos del sector que se sumaron por primera vez. Carmen Cheuquemán Mancilla, quien vive cerca de la caleta, valoró la experiencia. “Mi marido trabaja acá. Como vivo cerca, me enteré y quise venir. Es bonito”.

La festividad de San Pedro es parte esencial de la identidad de los pescadores de Punta Arenas. Cada año, al compás del viento austral, se renuevan las plegarias por protección, las promesas de fe y la memoria viva de quienes dejaron su vida en el mar. Una tradición que sigue vigente, sostenida por las manos curtidas de quienes no se rinden ante las faenas en alta mar.

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