Necrológicas
Se invertirán $27 mil millones

Tras décadas de espera, ensanchamiento del paso Kirke se inauguraría en 2027

Domingo 13 de Julio del 2025

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  • El plan, que se arrastra desde los años 70, contempla fractura de roca, dragado
    y monitoreo de ecosistemas entre Kirke y el Golfo Almirante Montt.

 

Marcos Sepúlveda Loyola

 

La navegación por el canal Kirke reviste cierto tipo de conocimiento y experiencia por parte de quien lo cruce. Porque además de ser un paso angosto, es una zona donde las corrientes cambian a media que sube y/o baja la marea. 

A lo largo de la historia, este paso marítimo ha sido navegado por la cultura canoera Kawésqar desde hace más de 6.000, así como por los primeros navegantes que llegaron a la zona desde Ladrilleros en 1557, luego chilotes y pescadores artesanales desde hace un par de siglos hasta el presente. El canal Kirke hoy es parte de la ruta de navegación de embarcaciones de pesca, salmonicultura, transporte de carga, turismo, entre otras.

Desde hace más de 50 años existe un proyecto que busca ensancharlo. Una iniciativa privada, que con el tiempo recibió el apoyo del Estado de Chile. El proyecto recientemente fue incluido dentro de las 105 iniciativas que la administración Flies pretende financiar con recursos de Zonas Extremas. 

Las faenas comenzarían el próximo año y se extenderían hasta 2027. Tendrán un costó de más de 27 mil millones. 

Este proyecto fue abrazado por el Estado en 2015 cuando se incluyó en el Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas durante la segunda administración de Michelle Bachelet. Ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental en 2017, en donde obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental en junio de 2021. La iniciativa inclusive fue judicializada. 

El ensanche del canal se lograría por medio de explosión, dragado y extracción de roca desde los sectores de Punta Restinga y Punta Pasaje. Se busca extraer 90.493 metros cúbicos de roca desde el fondo marino. 

Permitiría la navegación segura de embarcaciones que estén por sobre los 150 y bajo los 240 metros de eslora. Así se lograría “abrir” este paso marítimo a embarcaciones industriales hacia y desde el mar interior de Última Esperanza. 

Extraer la roca

Para romper la roca, se utilizará principalmente una maquinaria especial llamada vibro ripper, que se instala en el brazo de una retroexcavadora ubicada sobre una gran plataforma flotante. Esta herramienta vibra con fuerza y permite “cortar” la roca sin necesidad de explosivos. Luego, desde la misma plataforma, se cambia esta herramienta por una pala para sacar los pedazos sueltos desde el fondo del mar.

En algunos puntos donde la roca es muy dura, como en Isla Merino, se aplicará un segundo método: se perfora la roca y se colocan cápsulas con una sustancia que genera una reacción controlada, parecida a una chispa, que rompe el roquerío sin causar explosiones. Esta tecnología, conocida como plasma, no genera ondas fuertes ni es peligrosa para el entorno.

Los metros cúbicos de roca serán vertidos en el mismo canal a 1,1 kilómetros de Punta Restinga y a 115 metros de profundidad. “Se verá modificado el fondo marino en un  área aproximada de 1,2 hectáreas”, señala la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto. 

Las faenas se instalarán en dos plataformas flotantes con habitabilidades. El transporte de personal se realizará quincenalmente durante los 5 meses que durará la fase de operación, mediante embarcaciones con capacidad para 10 pasajeros. Los insumos serán provistos desde Natales. 

Protección medioambiental 

Antes de comenzar cada jornada de trabajo, se utilizarán aparatos de sonido especiales para ahuyentar a lobos marinos, ballenas u otros animales marinos que puedan estar cerca. Además, se hará vigilancia desde embarcaciones para asegurarse de que no haya fauna en riesgo durante las faenas.

Se espera que la composición de las comunidades hidrobiológicas dentro del Canal Kirke no sufra cambios significativos y que, al cabo de tres años posteriores a la fase de cierre del proyecto, los procesos de recolonización de las áreas dragadas hallan comenzado.

Se intervendrá una superficie de bosque nativo en el sector de Punta Restinga, el cual está compuesto principalmente por coihue, canelo y tepú. Estos ejemplares serán reforestados. 

Habrá monitoreo continuo en las zonas comprendidas entre el canal Kirke, el canal Santa María y el Golfo Almirante Montt. Estas áreas fueron previamente estudiadas por su importancia para aves y mamíferos marinos.

El objetivo será observar e identificar las especies presentes, contar los ejemplares, distinguir entre adultos y juveniles, y recolectar toda la información posible para elaborar modelos que ayuden a prever posibles impactos a largo plazo en la fauna, producto de las modificaciones en el fondo marino.

Además, se instalarán cámaras trampa en sectores donde se congregan lobos marinos u otros pinnípedos, como colonias o roqueríos. 

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