Más de 8.900 hallazgos arqueológicos se han encontrado en la construcción de la Biblioteca y Archivo Regional

Lucas Ulloa Intveen
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La construcción de la Biblioteca y Archivo Regional que se mantiene en faenas desde la segunda mitad del año pasado ha identificado y recolectado una serie de elementos tanto propios de las edificaciones prexistentes, como otros hallazgos no previstos, algunos de carácter arqueológico. Aquello ha devenido en la solicitud de permisos especiales al Consejo de Monumentos, a modo de continuar con las obras a pesar de descubrimientos imprevistos, a la vez que se resguardan los elementos arqueológicos, que se estiman en alrededor de 9.000 hasta la fecha.

El contrato fue adjudicado al Consorcio Constructora de Vicente S.A.-Flesan S.A. el 30 de mayo del año pasado y la entrega de terreno fue realizada el 27 de julio. A partir de esta última fecha comenzaron a desarrollarse las faenas de limpieza y extracción de escombros. El 4 de octubre, tras conseguir el permiso de demolición, se comenzó con el despeje de los recintos, identificando y recolectando una serie de hallazgos no previstos.

Vía oficio enviado el 14 de noviembre del 2024, se solicitó un pronunciamiento al secretario técnico del Consejo de Monumentos Nacionales sobre los elementos encontrados, indicando si es posible trasladarlos a otro lugar más resguardado. A la espera del pronunciamiento oficial, la obra siguió avanzando. Sin embargo, durante los primeros trabajos de excavación de pilas de socalzado, nuevos hallazgos imprevistos llevaron a paralizar los trabajos.

Estos primeros descubrimientos correspondían principalmente a fragmentos de botellas de origen histórico. Aquello implicó que los primeros sedimentos excavados fueran segregados del resto de residuos de demolición, con la finalidad de proponer el tamizaje para poder rescatar otros objetos arqueológicos no evidenciados durante los primeros movimientos.

Cabe destacar que esto fue en los primeros movimientos de tierra para la excavación de las pilas de socalzado. La obra implica excavar 132 de estas pilas, las que en total implican más de 766 m2 de excavación, “por lo que la posibilidad de encontrar hallazgos no previstos aumenta considerablemente”, indicó el seremi de Obras Públicas, José Luis Hernández.

Monitoreo Arqueológico
Permanente

Un permiso clave fue solicitado por la empresa contratista a la oficina regional del Consejo de Monumentos, autorización para realizar un “Monitoreo Arqueológico Permanente”, consistente en la recolección, tamizado y rescate de elementos arqueológicos. La finalidad, explican desde la seremi de Obras Públicas, es que “no se realice una paralización de las obras por concepto de hallazgos no previstos, que se pudieran detectar durante las labores constructivas de la obra”.

Este permiso fue aprobado el 26 de diciembre pasado, cuyo objetivo general es salvaguardar, registrar y rescatar la información científica disponible en el estrato de rellenos reconocidos y sedimentos evaluados durante las primeras excavaciones de pilas, las cuales fueron detenidas, para contextualizar los hallazgos en la historiografía existente para el Monumento Histórico donde está emplazada la obra.

El Monitoreo Arqueológico Permanente consiste en levantar la información disponible en término de rasgos arqueológicos históricos o arquitectónicos identificados durante las excavaciones programadas. Estos pueden ir desde fundaciones, pisos, muros y cualquier evidencia desde el punto de vista de la metodología utilizada en su construcción original.

Uno segundo paso implica ejecutar un registro digitalizado en 3D (tipo escáner lidar), que permita levantar en detalle todas aquellas estructuras y excavaciones que pudieran verse intervenidas por el proceso constructivo de restauración del Monumento. Se proyecta escanear 132 pilas, cada una con sus propias restricciones en cuanto a accesos complejos, movimientos limitados, profundidad o inundaciones.

Además el permiso implica tamizar todos los sedimentos removidos, contrastar las evidencias levantadas con la información disponible y documentada en la historiografía del Monumento y el casco histórico de Punta Arenas y cumplir con la reglamentación patrimonial vigente.

El equipo que realiza todo este trabajo involucra a 6 arqueólogos permanentes, que están trabajando en obra con 10 jornales exclusivos de apoyo en las labores de terreno. Además, se conformó un laboratorio en la instalación de faenas de la constructora.

Más de 8.900 hallazgos

En las tareas de supervisión arqueológica con rescate se han registrado a la fecha 8.922 elementos de alto valor patrimonial informativo. Entre los que se destacan, material óseo animal (1.839), vidrio (4.879), malacológico (348), madera formatizada (28), cerámica histórica de alta temperatura (1.027), baldosa (6), metal (599), plástico (33), papel (109), textil (5) y otras materialidades singulares (49).

Entre los vidrios registrados destacan en su mayoría fragmentos y botellas completas importadas de manufactura libre y en molde sin mediar máquinas automáticas; metales como clavos forjados de diferentes tamaños, desechos alimenticios como pueden ser huesos de ganado y restos malacológicos (conchas de mariscos y crustáceos); cañerías de gres importadas de Londres a finales del siglo XIX, como parte del sistema de servicios de aguas servidas; fragmentos de lozas, porcelanas y gres como parte de la vajilla.

A estos hallazgos se suma el registro de los diferentes sistemas constructivos que conforman la antigua Casa del Juez, la Casa del Alcaide y el Edificio de Celdas, que forman parte del Monumento Histórico.