Incami orienta a más de mil 500 migrantes al año promoviendo la regularización de su residencia en el país
El Instituto Católico Chileno de Migraciones (Incami) cumplió este 2025 cinco años de presencia en Punta Arenas, con una oficina que se ha consolidado como un espacio de acogida, orientación y acompañamiento para personas migrantes y refugiadas que aterrizan en la región. La delegación forma parte del trabajo que desde hace más de seis décadas despliega este organismo oficial de la Conferencia Episcopal de Chile, presente a lo largo de todo el país.
“Este es el quinto año. En 2020, el padre Miguel Molina asumió el departamento o el área de Pastoral de Migraciones, con otro laico que era un acólito, Carlos, y empezaron a vincularse con el Incami a nivel nacional para poder entonces armar aquí una delegación”, señala Vanessa Guerrero Reyes, trabajadora social y asesora en trámites migratorios, quien junto a Iván Francisco Castro Muñoz, ingeniero en administración, integran actualmente la oficina local.
El proyecto comenzó con un fondo de la campaña de Cuaresma de Fraternidad. “Esta cajita que aparece en Semana Santa, cuando se reúnen esos dineros, son para proyectos a nivel nacional en las Diócesis que tengan relación con el foco o el público objetivo de ese año”, agrega Guerrero. La oficina nació con el objetivo de orientar en trámites migratorios y facilitar la inserción laboral, pero la llegada de la pandemia obligó a modificar el plan inicial. “Vino la pandemia, entonces nos dedicamos solamente a la atención de personas migrantes de manera virtual, con WhatsApp”.
Actualmente, la atención se realiza de manera presencial y bajo un enfoque socioeducativo. “En la oficina de atención pastoral tenemos el computador, pero además una pantalla que les va mostrando a las personas en paralelo lo que nosotros vamos haciendo (…) la idea es que seamos socioeducativos para empoderarlos de sus procesos”, añade. El servicio es completamente voluntario y gratuito. “Nos demoramos en responder un poco porque sólo somos dos personas que pertenecemos a este departamento”, complementa.
El servicio no sólo orienta en trámites. La oficina también brinda apoyo en casos de violencia de género, abuso laboral y trata de personas. “Nuestra principal intención, más allá de los trámites, es la acogida y la escucha de las personas migrantes, la visibilización de lo que significa hoy en día el migrar, estar en nuestra región, en el país, con toda la situación política, social que existe”.
“No es que estemos promoviendo la migración”
A propósito, la trabajadora social subraya que “no es que nosotros estemos promoviendo la migración, como la gente la puede ver hoy en día, insegura, no planificada, irregular. Sino que, además, responsabilizamos a las personas porque la ley cambió hace tres años”. Desde la oficina hacen hincapié en que los procesos deben planificarse y realizarse con información certera, y también han detectado casos de explotación y delitos. “Incluso algunas situaciones como más delicadas que pueden constituir delito de posible trata”.
Iván Castro, encargado del área laboral, acompaña en casos de abusos en contratos o precariedad. “Les decimos a la gente, mire, usted tiene todo el derecho de poder denunciar esto, que no es correcto. Pero significa también perder su fuente laboral. Y muchos mandan dinero a sus familias o viven acá con sus hijos menores”.
Durante estos años, han atendido todo tipo de personas. “Médicos, ingenieros, el año pasado atendimos unos científicos que se quedaron en la Antártica y tenían que pagar multa por tener vencidos sus papeles”, recuerda Guerrero, añadiendo que los trámites son complejos para todos. “Muchos vienen conociendo la plataforma, pero con miedo de equivocarse”.
La vulnerabilidad
de la migración
La realidad migratoria en la región también incluye situaciones precarias. “Yo he ido a casas en barrios o en casas interiores, que presentan una mayor precariedad que incluso yo creo que en la toma”, admite Vanessa Guerrero, quien ha participado en encuestas de caracterización social. Además, reconoce que la desconfianza y el temor a denunciar son frecuentes. “Hay muchas personas que están haciendo sus trámites, pero el Estado se demora un año en darle respuesta a una solicitud (…) y lo otro es que esa gente ya está aquí y la verdad es que no se está yendo y el Estado al parecer no tiene la capacidad de responder”.
El trabajo desplegado ha sido reconocido por las propias personas migrantes, quienes muchas veces llegan a la oficina con temor. “La mayoría nos pregunta, ¿cuánto cuesta la cita? Y nosotros respondermos que es un servicio voluntario y gratuito. Están acostumbrados a que les cobren”. En ocasiones, las mismas personas colaboran con aportes o compran rifas para campañas de ayuda.
Guerrero insiste en que la migración no puede abordarse sólo desde la estadística o la política pública centralizada. “No olvidar que finalmente son personas y que están viviendo situaciones de abusos laborales, abusos en cobros de vivienda (…) discriminación”, concluye. “Y aún cuando vemos en noticias comentarios muy negativos, la gente todavía tiene una buena acogida aquí en general”.
Oficina
La oficina en Punta Arenas estará cerrada del 25 de julio al 31 de agosto. Retomando con normalidad su atención a partir del 1 de septiembre, ello por la participación en actividades de celebración de los mil años del Monasterio de la Virgen de Montserrat en Cataluña España y actividades de jubileo. Quienes requieran de información pueden escribir al correo: [email protected] y el teléfono de whatsapp para solicitud de atención +56944104982, además está la página web www.incami.cl




