80 personas reciben atención diaria del Hogar de Cristo

El invierno en Magallanes, con temperaturas bajo cero y una sensación térmica que muchas veces desciende aún más por el viento, ha puesto bajo fuerte presión a los dispositivos de atención para personas en situación de calle en Punta Arenas. Frente a este escenario, el Hogar de Cristo ha debido implementar una serie de medidas extraordinarias para dar respuesta a la creciente demanda, en un contexto marcado por el cierre de espacios clave como el Centro Referencial y la Hospedería en febrero pasado.

El director ejecutivo del Hogar de Cristo en la zona, Alvaro Rondón, confirmó que actualmente la Fundación opera al máximo de su capacidad. “Estamos a tope. La Hospedería ha mantenido capacidad completa durante todo este periodo en atención nocturna”, señaló. Cada noche, el albergue recibe a 40 personas, quienes acceden a abrigo, alimentación y un espacio seguro para dormir, en lo que ha sido un invierno particularmente exigente para los equipos de atención.

En paralelo, se ha reforzado el trabajo de la Ruta Calle, que también alcanza diariamente a otras 40 personas. Este programa realiza dos salidas diarias, una por la mañana y otra por la tarde, con el objetivo de entregar prestaciones básicas, monitorear condiciones de salud y acompañar a personas que no acceden a los dispositivos fijos, muchas veces por desconfianza, consumo problemático o falta de cupo. “Se busca monitorear y acompañar a una mayor cantidad de personas, dado que aún no tenemos más dispositivos disponibles en funcionamiento”, afirmó Rondón.

Según estimaciones de la propia Fundación, actualmente cerca de 200 personas viven en situación de calle en la región. Esto implica que menos de la mitad accede a algún tipo de atención formal diaria, lo que eleva el nivel de riesgo en un contexto climático severo como el de Magallanes.

La situación se complejiza aún más por la ausencia de un Centro Diurno, que anteriormente permitía a las personas acceder durante el día a espacios de resguardo, higiene, alimentación y apoyo psicosocial. “Esta es una estrategia para abordar la ausencia de centro diurno, por lo que se entiende será solo por este invierno hasta que tengamos un nuevo centro de referencia”, complementó Rondón, en relación a las medidas que se han debido implementar para compensar el cierre de ese espacio.

Entre las acciones adoptadas se encuentra la ampliación del horario de atención matinal en la Hospedería, que ahora se extiende hasta las 10 horas, y el adelanto del ingreso vespertino, que comienza desde las 17 horas, e incluso antes en la práctica. Esta adecuación permite resguardar a las personas durante más horas del día, en condiciones climáticas que muchas veces pueden ser extremas, especialmente en jornadas con nevadas, viento blanco o sensación térmica bajo los -10°C.

A pesar del esfuerzo logístico y humano, las limitaciones estructurales persisten. El equipo está compuesto por ocho monitores, quienes trabajan en turnos rotativos para cubrir la atención.