“Cómo entrenar a tu dragón”: Fotocopia de carne y hueso

Por Guillermo Muñoz Mieres,

periodista

Estados Unidos, 2025

Director: Dean DeBlois

Protagonistas: Masón Thames, Gerard Butler, Nico Parker

En salas de cine de Punta Arenas y Natales

Era inevitable. Y si no lo era, al menos siempre fue una posibilidad que la película animada- o de dibujos animados como se solía decir en otros tiempos- “Cómo entrenar a tu dragón” (2010) volviera en una nueva versión con personajes de carne y hueso.

Y es que el relato sobre el adolescente vikingo que descubre la amistad con un dragón y, de paso, la estupidez de una guerra histórica de su tribu, tiene todos los elementos para pasar a una etapa superior, porque así es el cine, además de un arte, un negocio. Y aunque ambos persiguen objetivos distintos, se nutren, adaptan y conviven, porque como bien se dijo alguna vez, o es un arte que creó una industria o es una industria que creó un arte. Vaya uno a saber.

La nueva versión no cambia puntos ni comas del relato original ni se atreve a dar sorpresas, porque su público sigue siendo infantil, aún cuando posee todos los ingredientes para convertirse en una obra más adulta.

Con dos secuelas en el trayecto y manteniendo el mismo director, esta versión narra la misma historia de Hipo, un joven con ciertas inquietudes intelectuales que forma parte de una comunidad vikinga que lidera su padre, un hombre testarudo que odia a los dragones, no sólo porque reciben un constante ataque y asedio por sus alimentos, sino también porque los culpa de la pérdida de su esposa. Entonces Hipo, que sueña con cazar a su dragón para demostrarle a su padre que es un digno sucesor de la causa, descubre tras herir a un dragón “furia nocturna”, especie considerada un trofeo máximo por lo misterioso e inusual de su presencia, que en la guerra otra cosa es con guitarra y los enemigos quizás no lo son tanto.

Su anécdota, a primera vista ingenua, esconde en varios aspectos una doble lectura que ya quisieran los investigadores científicos para enseñar la paciencia del método y, por otra parte, un feroz mensaje sobre la reconciliación de bandos que alguna vez parecieron irreconciliables. Así nada más.

Está versión de ‘Como entrenar a tu dragón” entretiene de la misma forma que lo hacía la versión animada. Y lo más logrado son sus efectos especiales y digitales por reconstruir de manera más real la presencia de los dragones, dónde en algo quizás ayudaron la trilogía de “El hobbit” (2012) del universo de “El señor de los anillos”, así como también de la serie “Juego de Tronos” y su precuela “Casa de dragones”, dónde las criaturas aladas se hicieron más verbo que nunca. Y si la película hubiera tomado este rumbo, otra sería la historia y quizás las consecuencias.

Sin embargo, el hecho de ser una copia casi exacta del guión original, vuelve a los personajes fríos y distantes por más de carne y hueso que sean.

Y eso, que puede ser un misterio del cine, también tiene una explicación en el mundo de los negocios: un producto que se repite, si no viene con alguna sorpresa, puede pasar rápidamente al olvido y el cliente optar por quedarse con el original.