Enfermedades crónicas de larga duración

A medida que vamos envejeciendo una parte importante de los mayores van acumulando daños y deterioros, principalmente relacionados con el padecimiento de enfermedades crónicas y su evolución con la edad. Actualmente las enfermedades crónicas en una población mayor que va en aumento, constituyen uno de los principales desafíos de salud pública.

Con la longevidad actual, estas enfermedades crónicas significan convivir con afecciones de larga duración, lo que afecta su calidad de vida; por ello requieren un adecuado manejo farmacológico, que puede ser costoso si lo deben financiar con sus pensiones y muchas veces requieren de la atención de especialistas para el manejo de tales afecciones. Todo lo cual no lo hace fácil o accesible.

Las afecciones crónicas más prevalentes son la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2, otras enfermedades cardiovasculares, deterioro en la función renal, así como condiciones propias del envejecimiento como osteoporosis y demencia.

El padecer estas enfermedades va a alterar la calidad de vida de estos mayores, afectan su economía y la de sus familias. Estas patologías necesariamente involucran un mayor costo y trabajo del sistema de salud. Por ello, el control de las personas mayores es importante y efectivo para descubrir precozmente estas enfermedades y tratarlas adecuadamente, antes que desarrollen complicaciones u otras manifestaciones más complejas.

Si bien no guarda relación directa con ellas es importante la adecuada nutrición de los mayores en esta etapa. Por eso, es esencial revisar sus pautas y costumbres nutricionales y modificarlas según sus requerimientos y actividades, por dietas más saludables. Los consejos nutricionales son una norma adecuada en esta etapa de la vida, ya que influyen tanto en la prevención como en el tratamiento de estas enfermedades crónicas. Punto importante en esta adecuada nutrición es la hidratación que los mayores deben recibir. Para poder hacerle frente a una problemática común en mayores: la baja o poca hidratación.

Según la alimentación que reciben puede existir la necesidad de suplementación para mayores, especialmente en esta región y los problemas asociados a la carencia de vitamina D. Por eso, es importante que reciban los suplementos que se entregan a los mayores en atención primaria, ya que son una adecuada fuente de nutrientes y vitaminas para los mayores. Es uno más de los esfuerzos del Estado por ellos. Chile ha sido pionero en esta tarea a nivel internacional.

En esta tarea con los mayores que padecen enfermedades crónicas hay factores a considerar. Es esencial una atención integral por diversos profesionales de la salud, que vean las implicancias y deterioros que puedan provocar. Por eso, cada mayor independiente de los controles por especialistas que realice, debe tener un equipo que lo controle y evalúe periódicamente, su equipo tratante, idealmente en el centro de salud más cercano, ya sea su Cesfam o Cescof, donde tendrán una historia clínica. Este equipo debe verificar un adecuado tratamiento médico, no sólo farmacológico, si no que también las otras medidas que deben desarrollarse. Evitar la automedicación y la revisión y programación de los horarios en que deben recibirlos. Es su plan farmacológico que debe estar claro y ojalá escrito para llevarlo a las distintas consultas a las que acudan.

Es esencial en los mayores con enfermedades crónicas que reciban una adecuada atención psicosocial, para canalizar de mejor manera las emociones e implicancias que conlleva padecer estas afecciones y facilitar el proceso de aceptación de la enfermedad.

Recordar que es importante que, en el proceso de enfermedad aguda se intensifiquen los controles y los apoyos nutricionales específicos en el plan de tratamiento de recuperación.

Un punto importante y necesario son los profesionales en la actividad y rehabilitación de los mayores, tarea realizada por terapeutas ocupacionales y kinesiólogos que deben entregar pautas de trabajo para desarrollar en casa diariamente, para mantener una adecuada masa muscular y la necesaria autovalencia de cada mayor. Su trabajo es esencial para los mayores en sociedad, ya que todos deben tener una pauta de actividades cotidianas de ejercicio físico y mental a desarrollar. Tanto dentro de la casa como fuera, en centros diurnos o sociales en que los mayores participen.

El padecer una enfermedad crónica no debe ser una sentencia en la vida de una persona mayor. Se deben buscar y desarrollar estrategias de control preventivo en los exámenes de salud en los mayores. Pero una vez producida su ocurrencia no es una situación negativa para el mayor que la padece, si no que debe ser un giro que permita que ese mayor enfrente desde otra perspectiva esta situación y sea una forma activa de ser responsable de su estado de salud. En toda edad de la vida el nivel de salud que tengamos es nuestra responsabilidad y ocupación.

Independiente de la edad, condiciones físicas o de salud u otros determinantes los mayores tienen que a hacer algo por su bienestar. Deben ser parte de una mejor vejez.   Nada viene de arriba. Se construye por cada uno. Un mejor camino de vida.