Histórico ingreso de toros argentinos marca un hito para la ganadería nacional desde Magallanes
- Reproductores de alto valor genético provienen del predio Río Frío de Trevelin, provincia de Chubut. Los ejemplares
están en proceso de cuarentena en la Estancia Santa Inés, en el sector de Mina Rica, en Punta Arenas.
Elia Simeone R.
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En un hecho sin precedentes para la ganadería chilena, ya se encuentran en cuarentena en la Región de Magallanes los primeros toros reproductores argentinos vivos internados al país. La operación, liderada desde el ámbito privado por la Ganadera San Patricio y la Estancia El Palenque, se concretó tras casi un año de gestiones sanitarias y logísticas, y representa un punto de inflexión en el intercambio genético entre Chile y Argentina.
Los animales -tres toros Polled Hereford y uno Aberdeen Angus- provienen de la Estancia Río Frío, ubicada en Trevelin (Chubut), y permanecen actualmente en cuarentena en la Estancia Santa Inés, en el sector de Mina Rica, comuna de Punta Arenas.
Se trata de animales de altísimo valor genético, seleccionados en base a su adaptabilidad al medio patagónico y a sistemas de producción extensivos similares a los de la ganadería regional. “Son toros vírgenes, criados en campos muy parecidos a los nuestros, con praderas abiertas y manejo estacional. Necesitábamos sangre nueva para fortalecer nuestro rebaño”, explicó Brian Corcoran, ganadero y uno de los impulsores del proyecto.
Un proceso de
más de un año
La llegada de los ejemplares no fue tarea sencilla. Según detalló Corcoran, el proceso comenzó hace 11 meses, con la compra de los animales y el inicio de una serie de exámenes sanitarios exigidos por el Servicio Agrícola y Ganadero (Sag) de Chile. “La barrera sanitaria fue estricta. Tuvimos dos intentos fallidos antes de lograr este tercer ingreso exitoso”, relató.
Los animales pasaron por cuarentenas tanto en predios de origen como en instalaciones habilitadas en Magallanes, donde fueron sometidos a pruebas de enfermedades como fiebre aftosa, leucosis, fiebre Q y paratuberculosis, entre otras. Además, se realizaron exámenes andrológicos para certificar su aptitud reproductiva y se exigió trazabilidad completa del pedigree.
Desde Argentina, se destacó que este hito fue posible gracias a la homologación sanitaria entre ambos países, concretada oficialmente en 2021, cuando Chile reconoció la equivalencia de los controles sanitarios del Senasa argentino, lo que permitió abrir el camino para esta internación inédita.
Impacto regional y
visión a largo plazo
Desde la mirada magallánica, esta operación trasciende la mera importación de ganado. “El Hereford fue la raza que fundó el rebaño regional y ha ido perdiendo fuerza. Traer nueva genética nos permite revitalizarla y mirar hacia el futuro con herramientas concretas”, destacó Corcoran, quien apuesta por reforzar la base productiva de la región.
Según explicó, los primeros resultados del ingreso se verán a partir de la próxima primavera, cuando los toros comiencen a ser utilizados en inseminación artificial masiva. “Queremos mejorar calidad desde la base, en cada vientre. Esto es parte de una estrategia de largo plazo”, añadió.
“En esta región siempre ha habido interés por acceder a genética de calidad, pero los caminos no estaban disponibles. Hoy lo están, gracias a la perseverancia y compromiso de los productores”, subrayó Corcoran.
Un precedente para la ganadería nacional
La internación de estos cuatro toros desde Argentina es mucho más que un intercambio comercial: sienta un precedente para futuras operaciones binacionales, promueve la diversificación genética de los rodeos nacionales y refuerza el rol de Magallanes como territorio ganadero estratégico.
En un contexto marcado por el cambio climático, la búsqueda de eficiencia productiva y el fortalecimiento de los sistemas extensivos, este hito demuestra que la innovación puede surgir también desde las regiones extremas, cuando se combinan visión técnica, rigor sanitario y compromiso con el desarrollo del sector.




