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Formación profesional del turismo: centralización geográfica y falta de especialización son las principales falencias

Lunes 4 de Agosto del 2025

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  • La indagatoria, titulada “Diagnóstico de las competencias impartidas en carreras técnicas y profesionales del sectorturístico en Chile”, fue publicada en la revista Turismo: Estudos e Práticas y está disponible en el repositorio Arca Umag.

Pese a ser uno de los países con mayor diversidad geográfica, cultural y patrimonial del continente, Chile no ha logrado traducir ese potencial turístico en una formación académica que esté a la altura de sus territorios. Así lo plantea una reciente investigación liderada por la Mg. Julie Santin Klahn, académica de la Universidad de Magallanes, quien analizó en profundidad las competencias que se imparten en carreras técnicas y profesionales del área turística a nivel nacional.

El estudio, titulado “Diagnóstico de las competencias impartidas en carreras técnicas y profesionales del sector turístico en Chile”, fue publicado en la revista Turismo: Estudos e Práticas y está disponible en el repositorio Arca Umag. Entre sus principales hallazgos, destaca la centralización de la oferta educativa, la falta de especialización y la escasa diferenciación entre los perfiles técnicos y profesionales.

“Analizamos 78 carreras en 40 instituciones, revisando los perfiles de egreso y las competencias declaradas. Encontramos varias sorpresas”, resume Santin (ver entrevista página 3)

Análisis del problema

En el estudio también participaron Gonzalo Rosenfeld, director de la carrera de Administración y Turismo de Inacap; y Osvaldo Vidal Ojeda, del Instituto de la Patagonia.

La investigación parte planteando como problema que “Chile posee un gran potencial turístico debido a su diversidad de paisajes, culturas y patrimonio. Sin embargo, el sector enfrenta desafíos en la formación de profesionales con competencias especializadas que respondan a las necesidades del mercado y a las particularidades territoriales. Este estudio analizó las competencias impartidas en carreras técnicas y profesionales del sector turístico en Chile, identificando brechas y oportunidades para su mejora”.

Oferta educativa concentrada y generalista

Uno de los aspectos más preocupantes que evidencia la investigación es la distribución territorial de las carreras. “Todo se concentra en la zona central del país. En lugares clave para el turismo como el Desierto de Atacama, Rapa Nui o la región de Magallanes, no encontramos carreras profesionales en turismo. Ese fue uno de los hallazgos más tristes”, señala Santin.

Esto significa que los destinos turísticos más reconocidos y visitados carecen de una oferta educativa pertinente que permita formar a los profesionales en su propio entorno, con conocimiento territorial, cultural y ambiental específico. “Muchas veces llegan estudiantes de otras regiones, como Santiago, que no tienen el conocimiento del territorio, y eso hace una gran diferencia”, agrega.

Además, el 56% de las carreras técnicas analizadas tienen perfiles generalistas, repitiendo competencias transversales como atención al cliente, trabajo en equipo o ética profesional. Por su parte, las carreras profesionales también presentan un bajo grado de especialización y poca diferenciación respecto de las técnicas: apenas un 19% de competencias distintas entre ambos niveles.

Déficit en
competencias clave

El estudio identificó 56 competencias en total, tanto transversales como específicas. Pero algunas fundamentales para el desarrollo del sector turístico están ausentes o escasamente representadas. “Predominan las competencias genéricas. Las específicas como idiomas, planificación, gestión de destinos o sustentabilidad están poco desarrolladas”, puntualiza Santin.

Esto tiene implicancias directas en el mercado laboral y en la calidad del servicio que se entrega a los visitantes. “El sector necesita personas capacitadas. Los empresarios exigen perfiles preparados, especialmente con dominio del inglés. La experiencia de un turista cambia completamente si es acompañado por un guía bien preparado”, sostiene.

En ese sentido, la investigadora reconoce avances en ciertas iniciativas regionales, como el rediseño de la carrera técnica en turismo de la Universidad de Magallanes, que incorporó un enfoque territorial y pertinencia local. “Fue un gran trabajo realizado junto a otros profesionales para darle una especialización que responda a las necesidades regionales”.

Un llamado a las
políticas públicas

Más allá de un diagnóstico académico, el trabajo apunta a convertirse en una herramienta para la toma de decisiones a nivel nacional. “Este estudio puede ser decisivo para políticas públicas en educación y turismo, y también para instituciones de educación superior, investigadores, gremios y todo el ecosistema turístico”, subraya.

Así, es urgente modernizar los planes de estudio y alinear las competencias con las nuevas definiciones de turismo, que hoy no solo abarcan la actividad comercial y recreativa, sino también dimensiones socioculturales, medioambientales y de desarrollo territorial. “Un guía debería tener todas esas competencias y más, siempre ir un paso adelante. Eso garantiza un buen servicio, una experiencia memorable y un turista que probablemente recomendará o volverá”, indica.

El desafío de
diferenciar perfiles

Una de las críticas más directas que hace el estudio es hacia la poca claridad en la distinción entre el perfil técnico y el profesional. “El técnico debe estar preparado para aplicar conocimientos, mientras que el profesional debe tener herramientas para dirigir o gestionar. Lamentablemente, esa distinción no se refleja en los perfiles actuales”, indica Santin.

Hoy, muchas carreras técnicas intentan abarcar demasiadas áreas en solo dos años, sin priorizar lo fundamental. Esto impide que los egresados salgan con un dominio profundo de las habilidades necesarias para insertarse con éxito en el rubro.

Formar en y
para los territorios

Chile necesita, con urgencia, especialistas en turismo con conocimiento territorial. No solo por una cuestión de justicia educativa, sino también como una estrategia para consolidar el turismo como motor económico descentralizado. “En Magallanes, los guías están constantemente capacitándose, y debemos seguir trabajando con ellos. No podemos hacerlo solos; hay que trabajar en conjunto”, concluye Santin.

El estudio marca una hoja de ruta clara: si Chile quiere consolidarse como potencia turística, debe comenzar por el principio. Y ese principio está en las aulas.

 

 

Julie Santin Klahn: “En lugares clave para el turismo no encontramos carreras profesionales: ese fue uno de los hallazgos más tristes”

Julie Santin Klahn explica que el estudio buscó realizar un diagnóstico sobre las competencias impartidas en carreras técnicas y profesionales del sector turístico en Chile. “Analizamos todas las instituciones que declaran sus competencias, revisando diversas carreras que se dictan habitualmente en el país. Se estudió qué se está enseñando actualmente en esta área, y encontramos varias sorpresas”, comenta.

Indicó que analizaron 78 perfiles de egreso de carreras técnicas y profesionales de turismo, pertenecientes a 40 instituciones, entre universidades, institutos profesionales y CFT. Se identificaron 56 competencias, tanto transversales como específicas. También evaluaron su distribución territorial, niveles formativos y nivel de especialización.

– ¿En qué aspectos estas carreras salieron bien evaluadas y en cuáles no tanto?

– “En general, las carreras técnicas tienen muchas competencias declaradas, considerando que son programas de dos años. Se intenta entregar mucha diversidad, pero con poca especialización. Además, todo se concentra en la zona central del país. En lugares clave para el turismo, como el Desierto de Atacama, Rapa Nui o la región de Magallanes, no encontramos carreras profesionales en turismo. Ese fue uno de los hallazgos más tristes”.

– Chile tiene una diversidad geográfica, cultural y patrimonial impresionante y, justamente, son esos destinos los que más visitan los turistas.

– “Exacto y es en esas regiones donde no tenemos especialistas. Puede estar relacionado con la concentración de habitantes, pero eso no lo abordamos en este estudio. De todas formas, sería interesante investigarlo en el futuro”.

– ¿Qué otros hallazgos destacaron en el estudio?

– “Vimos que las competencias declaradas en perfiles técnicos y profesionales son muy similares, con sólo un 19% de diferenciación. Eso dificulta la especialización. Además, predominan las competencias genéricas, como trabajo en equipo, ética y comunicación. Las competencias específicas clave para el turismo -como idiomas, gestión de destinos, planificación y sustentabilidad- están poco desarrolladas”.

– ¿Qué implicancia tiene esto en el día a día?

– “Tiene muchas implicancias. El sector turístico necesita personas capacitadas. Los empresarios exigen perfiles preparados, especialmente con dominio del inglés, por ejemplo. Muchas veces llegan estudiantes de otras regiones, como Santiago, que no tienen el conocimiento específico del territorio. Eso hace una gran diferencia”.

– ¿Y qué pasa en Magallanes con la formación?

– “La carrera técnica en turismo de la Universidad de Magallanes fue rediseñada con un enfoque regional. Fue un gran trabajo realizado junto a otros profesionales para darle una especialización que responda a las necesidades locales”.

– Eso es clave. Magallanes es un destino internacionalmente reconocido.

– “Así es. Este estudio puede ser decisivo para políticas públicas en educación y turismo, para instituciones de educación superior, investigadores, gremios y actores del sector interesados en mejorar la formación del capital humano”.

– ¿Cuál debiera ser la diferencia entre un perfil técnico y uno profesional?

– “La principal diferencia está en los años de formación. El técnico debe estar preparado para aplicar conocimientos, mientras que el profesional debe tener herramientas para dirigir o gestionar. Lamentablemente, esa distinción no se refleja en las competencias declaradas. Se intenta abarcar mucho en dos años, sin priorizar lo que es clave para un técnico”.

– Ojalá este estudio llegue a quienes toman decisiones, para seguir mejorando en un tema tan importante para nuestra región.

– “Esa es la idea. También estamos trabajando desde la universidad para ofrecer una educación continua en turismo… Un guía debería tener todas esas competencias y más, siempre ir un paso adelante. Eso garantiza un buen servicio, una experiencia memorable y un turista que probablemente recomendará o volverá.

“Los guías acá están constantemente capacitándose, y debemos seguir trabajando con ellos y con todo el ecosistema turístico de la región. No podemos hacerlo solos; hay que trabajar en conjunto”.

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