Apreciado panadero y vendedor viajero fueguino falleció en Punta Arenas
El domingo pasado, en Punta Arenas, murió a sus 85 años Héctor Arcadio Mancilla Gómez, conocido y apreciado comerciante panadero y vendedor viajero. Nacido en Castro, Chiloé, el 11 de enero de 1940, se trasladó de muy joven a la capital magallánica, donde trabajó como garzón. Poco después se avecindó en Porvenir, donde se casó con Ana Wooldridge, quien recientemente había enviudado.
Mancilla se hizo así cargo de los hijos de doña Ana, Sildo y Gerardo Díaz, y luego nacieron sus propios cinco retoños: Ana, María Gloria, Héctor, Oscar y Ricardo Mancilla. Por entonces había instalado su propio negocio, Panadería Estrella del Sur y salía a vender el pan en un carro tirado por caballo, pero también hizo trabajos de esquila y comercio de pieles animales.
Ingresó a Vialidad, volvió a abrir una panadería y realizó ventas de subproductos cárneos y prietas en estancias y campamentos de Enap, donde muchas veces en vez de cobros en dinero, hacía trueques por víveres, considerando la difícil mantención de sus siete hijos. Vivió un tiempo en el otrora pueblo de Onaisín y de vuelta en Porvenir, laboró en la extracción de sal, que vendía al municipio para derretir el hielo de las calles y al frigorífico para salar cueros.
Reabrió su panadería por tercera vez, ofrecía en los hogares pan y berlines con un carro de mano y a inicios de los 80 lo tentó la política, siendo candidato a regidor. En 1983, ya enviudado, se trasladó con su familia a Punta Arenas, viviendo en l población El Pingüino, donde abrió una nueva panadería en sociedad con su hermano Gabriel y viajaba a estancias para oficiar de cocinero, ya que “era trabajólico en extremo”, recordaron con emoción sus hijos Oscar y Gerardo.
Ayer se realizó un responso en memoria de Héctor Mancilla Gómez, cuyos restos serán trasladados a Porvenir este martes, donde se efectuará su funeral directamente al Cementerio Municipal para brindarle el último adiós.




