Emotiva renovación de votos marca los 153 años del Liceo María Auxiliadora
Una jornada cargada de simbolismo, emoción y profundo sentido espiritual vivió la comunidad del Liceo María Auxiliadora de Punta Arenas este miércoles, al celebrar los 153 años de la fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, congregación femenina nacida en 1872 de la mano de San Juan Bosco y Santa María Mazzarello.
Con la presencia del sacerdote Pablo Vargas, acólitas, estudiantes, docentes, y las religiosas que animan actualmente la vida del liceo, la comunidad educativa dio inicio a una eucaristía marcada por gestos de gratitud y fidelidad. “Festejamos porque un corazón en fiesta es un corazón que ama mucho al Señor”, se escuchó en la voz en off, recordando las palabras de María Mazzarello.
Uno de los momentos más significativos fue la renovación de los votos religiosos de sor Fanny Dobronic (48 años de vida consagrada), sor Ana María Ibaceta (63 años), sor María Victoria González (40 años) y sor Andrea Venegas (16 años), quienes en voz alta, frente al altar, reafirmaron su entrega total a Dios y a la juventud. Acompañadas por estudiantes, las hermanas fueron recibidas con una ovación que emocionó a toda la comunidad.
La liturgia incluyó, además, la presentación de signos con fuerte carga simbólica: las constituciones del Instituto como expresión de obediencia y vida consagrada; una llave y llaveros con los lemas de profesión de cada hermana; imágenes de María Auxiliadora, Jesús y el Papa Francisco; y finalmente el pan y el vino, ofrecidos como signo del amor a la Eucaristía y a los jóvenes más vulnerables, que inspiró desde el comienzo la obra de María Mazzarello en Mornese, Italia.
En la actualidad, las Hijas de María Auxiliadora están presentes en 97 países y son más de 11.500 religiosas en el mundo. En Chile, llegaron en 1888 y hoy cuentan con 19 presencias a lo largo del país, desde Iquique hasta Punta Arenas, bajo la guía de la provincial sor Marisol del Rosario González Araya. En Magallanes, su presencia ha sido sinónimo de acompañamiento afectivo, formación espiritual y educación con sentido, en una tradición que se remonta ya a varias generaciones de mujeres magallánicas.
El mensaje del Evangelio, los cantos, las lecturas y las oraciones de la comunidad reforzaron el sello alegre y esperanzador de la espiritualidad salesiana. “Gracias Señor por la vida donada, entregada y renovada a través de la celebración de estos 153 años”, concluyeron las guías al término de la misa, en un ambiente de fiesta que recordó el legado de las primeras once hermanas que un día, en 1872, dijeron sí al sueño de Don Bosco.




