“Mi hermano no era violento y lucharé por quedarme con la tuición de mi sobrino”
Poly Raín
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En brazos de su tío Sergio y esposa el pequeño Eithan, de un año y 4 meses, acompañó el velatorio, misa y sepelio de su padre Diego Alexis Galindo Soto, asesinado el domingo por su pareja Mara Bedacarratz de una certera puñalada en el corazón, al interior del domicilio que compartían en la población Seno Almirantazgo, al norponiente de Punta Arenas.
Este miércoles Sergio Galindo, hermano del occiso, rompió el silencio familiar, frente a la capilla de la Comunidad Corazón de María, de la población Chaparro, donde el sacerdote Carlos Da Meda ofició la misa por el eterno descanso del joven padre de 34 años (ver recuadro).
Una iglesia repleta y otras 30 personas sin poder entrar y que aguardaron en el exterior, rodeó la misa de despedida que se inició al mediodía de ayer.
Sergio Galindo señaló que era el momento de hablar para defender el honor de su hermano y de sus palabras se desprende que ciertamente no existe ninguna intención de venganza, sino de justicia, por lo que instará porque la autora del parricidio sea condenada a presidio efectivo. Frente a la denuncia por amenazas formulada por Mara Bedacarratz en la noche del martes, que le prenderían fuego a su casa, lo descartó que esto haya provenido de algún integrante de su familia.
El domingo 10 de agosto de 2025 quedará grabado a fuego en la familia. Cercano al mediodía Sergio relata que estaba en su casa junto a su esposa y tres hijos, cuando su hermano le envía algunos audios por Whatsap, solicitando ayuda, porque su pareja lo había apuñalado. Vive al sur de Punta Arenas, a unos 2 kilómetros de la casa de su hermano. “Tomé mi auto y me vine, con mucha desesperación. Lo primero que hice fue aplicar la reanimación cardiopulmonar y también llamé al Samu, porque su pareja no lo había hecho, lo que consideré injusto que ella no haya tomado la iniciativa, al ver en el suelo una persona que se está muriendo. Ella lo dejó morir pausadamente. Desgraciadamente no tuvimos la suerte de hacerlo revivir. El único gesto que hizo fue mover la cabeza y tirarse para atrás. Nada más que eso. Me quiso decir algo, pero no tuvo la fuerza necesaria para hacerlo”.
En medio de este dramático operativo médico que desplegaba el Samu, Mara, su pareja, repetía que nunca fue su intención matarlo, y que la perdonara. “Yo estaba tan choqueado y por respeto a mi pequeño sobrinito, que estaba presente en el lugar, me contuve de haber reaccionado de otra manera”.
El pequeño hijo de ambos, Eithan, se encontraba jugando, absolutamente ajeno a lo que ocurría en otra dependencia de la vivienda. “Sólo traté que no viera a su papá. Enseguida llegaron mi madre y los carabineros”.
“No era una persona violenta”
Consultado si tenía conocimiento que su hermano era tan violento como lo hizo aparecer su pareja, respondió: “No era una persona violenta, era muy trabajador, muy buen amigo y hermano. Y como papá era un 7. Tenía dos hijos: fue ciento por ciento papá, siempre su preocupación giró en torno a ellos. El salía a fiestas y tenía sus discusiones de pareja como cualquiera, pero de ahí de llegar al extremo de matarlo, es algo que no tiene explicación. No sé qué habrá pasado entre ellos en ese momento. Ella sólo lo sabe, aunque ha asumido el papel de víctima, al señalar que lo apuñaló en legítima defensa. Mi hermano recibió una puñalada en el corazón. Yo creo que la intención de ella era matarlo”.
Abriga la esperanza de que se haga justicia con una muerte tan cruel y que aflore la verdad de lo que realmente ocurrió ese domingo 10 de agosto, y que la autora pague con cárcel efectiva este asesinato, pues no comparte la medida de arresto domiciliario. Desde ya anticipó que como familia iniciarán acciones legales por su cuenta.
“Y, es que ella no sólo mató a mi hermano, sino que al padre de su propio hijo”, remarcó.
Tenía otra hija mayor
Diego era padre, además, de otra hija mayor, de 10 años.
La víctima de este feroz hecho de sangre era cien por ciento magallánico. Estudió en la Escuela Argentina y la enseñanza media la cursó en los liceos Industrial y Sara Braun.
Trabajaba en la construcción sujeto a contratos de plazo fijo. “Lamentablemente para él este año no fue bueno en el tema laboral. No estaba con mucho trabajo y esto también gatilló algunos problemas con su hija, por lo que estaba viviendo difíciles momentos en lo económico. Uno como padre desea darle lo mejor a su familia. Ahí necesita que la compañera lo apañe, lo que en este caso no ocurrió”.
Tuición
Desde el momento en que estalló la tragedia, el tío paterno se hizo cargo de su pequeño sobrinito y asumió su cuidado. Fue el compromiso asumido ante la PDI el día que en adoptaron el procedimiento policial y se llevaron detenida a la madre del niño.
“Fue la voluntad en vida manifestada por mi hermano. Yo pelearé hasta el final la tuición de mi sobrino. No quiero que esté con su madre. Será nuestro cuarto hijo y no le faltará nada”, subrayó Sergio.
Diego era apasionado por los autos tunning y en el fútbol era colocolino.
Exequias
Desde el trayecto de la sede vecinal donde se levantó la capilla ardiente hasta la iglesia de calle General Salvo, la carroza fúnebre de la empresa Corazón de Jesús fue escoltada por dos radiopatrullas de Carabineros.
Sus exequias tuvieron lugar en el Cementerio Parque Cruz de Froward, al norte de Punta Arenas, donde Sergio Galindo, reafirmó ante todos los asistentes al camposanto, que se haría cargo de los hijos de su extinto hermano.
En Chile, el parricidio es un delito que consiste en dar muerte a un ascendiente, descendiente o cónyuge, conociendo el vínculo que los une. Este delito se encuentra tipificado en el Código Penal, específicamente en el artículo 390, y se castiga con penas que van desde presidio mayor en su grado máximo (15 años y un día) hasta presidio perpetuo calificado.




