Magallanes y Sao Paulo: un vuelo que puede cambiar la ruta del desarrollo

En el competitivo mapa turístico global, pocas oportunidades son tan claras como la que hoy se presenta para Magallanes: concretar un vuelo directo con Sao Paulo. No se trata únicamente de sumar una ruta aérea, sino de acortar distancias entre dos polos con enorme potencial de intercambio turístico, cultural y comercial.

La Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine (HYST) ha llevado esta propuesta hasta el corazón económico de Brasil, presentando estudios de mercado y datos concretos que muestran una demanda sólida y sostenida. La presencia de la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, sumándose a la gestión, demuestra que este ya no es sólo un anhelo sectorial, sino un proyecto país.

En la misma línea están la municipalidad de Punta Arenas y la Asociación de Salmoneros de Magallanes. En este caso, se busca aprovechar el flujo constante de exportaciones de salmón hacia el mercado brasileño. 

Así, la conexión directa no sólo beneficiaría a los viajeros brasileños que quieran conocer la Patagonia chilena, sino también a los magallánicos que hoy deben enfrentar largas conexiones para llegar a Brasil. Además, fortalecería los lazos comerciales de alto valor y proyectaría a Magallanes como un verdadero hub aéreo del Cono Sur, con actividad turística todo el año.

Cabe recordar que existen vuelos directos desde Brasial hacia Ushuaia y El Cafate (ciudades argentinas), los cuales han sido un fundamental en el impulso y flujo turístico brasilero durante todo el año en el vecino país.

En tiempos en que la descentralización suele quedar atrapada en el discurso, este vuelo sería un ejemplo tangible de cómo una gestión conjunta entre sector privado y Estado puede generar un cambio estructural. La clave estará en que las aerolíneas reconozcan la viabilidad de la ruta y en que el trabajo diplomático y técnico no se diluya en promesas.

Con voluntad política, respaldo técnico y un mercado expectante, la oportunidad está servida. Lo que falta ahora es despegar, literal y estratégicamente, hacia una conectividad que ponga a Magallanes en la misma línea de vuelo que las grandes capitales del continente.