“Gracias a todos los que salvaron a mi hijo”: conmovedor agradecimiento de padre de liceano apuñalado

Un sentido agradecimiento realizó el padre de C.S.S., joven apuñalado al interior del Liceo Pedro Pablo Lemaitre, tras su milagrosa recuperación y alta médica del Hospital Clínico. Hace ya 10 días que abandonó las dependencias hospitalarias para continuar con su rehabilitación y recuperación desde el hogar, asistiendo a controles cardiacos y algunas radiografías con miras a una segunda intervención que fuese necesaria.

“Quiero agradecer a todas las personas que intervinieron en el procedimiento de mi hijo”, partió señalando el suboficial de Carabineros. Los agradecimientos se extendieron a todo el equipo médico, “quienes con su profesionalismo mantuvieron a mi hijo con vida hasta el día de hoy”. Tal como lo ha señalado el equipo médico, “si hubieran demorado un par de minutos más, la situación hubiera sido otra para mi hijo y para nosotros como grupo familiar. Ya estaríamos lamentando el fallecimiento de mi hijo. Gracias a Dios no sucedió así”.

Además del equipo médico, el apoderado entregó palabras para todas las personas que mantuvieron a su hijo en las cadenas de oración por su recuperación. “Siempre sentimos las buenas vibras y el apoyo incondicional de mucha gente. Nosotros no somos de acá de la región, somos de Linares, de un pueblo que se llama Colbún. Allá se reunieron muchas cadenas de oración, Linares, Colbún, Cerro Sombrero que es el pueblo que nos acogió también”.

Agradeció igualmente a su institución, Carabineros de Chile, que “desde el momento uno de nuestra tragedia me brindaron todo el apoyo a mi y a mi grupo familiar”; también al Slep, quienes han brindado apoyo y facilidades en diversos temas; a la Fiscalía y a su Unidad de Víctimas, que “han estado preocupados de nosotros respecto a nuestra salud mental después de este shock emocional que tuvimos de un momento a otro”.

Cerró con palabras para la comunidad educativa del Liceo Lemaitre y a “todas las personas que de una u otra forma nos han ayudado con una palabra de aliento (…) Nos sentimos muy agradecidos con las personas de esta región y con este hospital”.

Paciente C1

El jefe de la Unidad de Emergencia Hospitalaria del Hospital Clínico, José Iñíguez, recordó que los positivos resultados fueron resorte de una diligente velocidad de actuación de toda la cadena médica, además de la importancia de la categorización del sistema de salud, que permite dar prioridad a casos como el del adolescente. “Este paciente con un traumatismo penetrante cardiaco es el típico paciente C1, o sea, es el paciente que ni siquiera alcanza a ser categorizado. Viene categorizado e ingresan normalmente al box reanimador, porque el traumatismo penetrante torácico, en este caso por arma blanca, ni hablar cuando es por arma de fuego, es un cuadro letal en un lapso de tiempo mínimo”.

En esa línea, hablar de una suerte de milagro no está tan lejos de las estadísticas. “El 80 a 90% de los pacientes con traumatismo penetrante cardiaco por arma blanca mueren en el lugar de los hechos, no alcanzan a llegar al hospital. O mueren la mayoría en el lugar de los hechos o durante el traslado e ingresan acá fallecidos. Y del pequeño porcentaje que llega vivo a la Unidad de Urgencia, otro pequeño porcentaje sale vivo del hospital. Y esto está dado por la velocidad de actuación de la cadena involucrada”.

En este caso, fue el hecho de que haya podido pedir ayuda, de la rápida actuación de la gente que lo ayudó, la rapidez en la llegada del Samu y el posterior traslado al hospital, así como la rapidez con que se hizo el diagnóstico y se llevó a pabellón. “Cualquiera de esos puntos que hubiera flaqueado hubiera significado la muerte del chico”, grafica el doctor Iñíguez.