Incierto futuro del Gran Premio de La Hermandad por polémicas surgidas tras suspensión de la carrera

• Un dirigente deportivo de Río Grande habló de ‘rompimiento de relaciones’ entre las entidades organizadoras,
  en tanto que el presidente de Adelfa planteó “correr parcializado, sólo por caminos de Chile”.

Un incierto futuro rodea al Gran Premio de la Hermandad Chileno Argentina en Tierra del Fuego, después de la crisis estructural que se produjo por el corte de la carrera de automovilismo debido al lamentable accidente que dejó en grave estado de salud al piloto del vecino país, Martín Thomson, y la consecuente -y obvia- suspensión de la competición “tuerca”. De hecho, un directivo del automovilismo del vecino país habló de un virtual “rompimiento de relaciones” entre las instituciones organizadoras del evento, el Automóvil Club de Río Grande (ACRG) y la Asociación Deportiva Local Fueguina de Automovilismo (Adelfa) de Porvenir.

Todo, porque en una radio riograndense estimaron las declaraciones en Chile, en relación al corte de la carrera, como “emitidas en caliente” y que “no son solidarias con la familia del piloto lesionado”, aunque Adelfa lamentó lo sucedido e incluso organizó cadenas de oración y sendas misas por la recuperación del deportista trasandino, las que se oficiarán en templos católicos de Porvenir y Punta Arenas.

Lo primero que se criticó es que tras el corte de la carrera, Adelfa convocó a una “reunión de pilotos” en Porvenir a las 19 horas del sábado, con la que no estaban de acuerdo y cuando ya algunos binomios regresaban a Río Grande. La mencionada emisora estimaba “innecesario” el encuentro porque -aseguraban- los corredores estaban “liberados” desde que se dispuso la suspensión de la prueba deportiva.

Reclamos en
amplia convocatoria

Pese a todo la reunión se efectuó con amplia asistencia de pilotos de los dos países y allí los ánimos se caldearon, tras las declaraciones expresadas por el único expositor, el presidente de Adelfa, Iván Cárdenas. Este les explicó a los pilotos argentinos cómo podrían volver por la frontera esa noche, siguiendo al “auto barredor” chileno hasta el Paso de San Sebastián, o al día siguiente a las 9 horas, con otro “barredor” dispuesto al efecto.

No obstante, los reclamos aludían a distintas situaciones, entre ellas cuando se mencionó la inversión que empleó el Estado chileno en disponer de sólidas medidas de seguridad y los propios gastos de los deportistas e incluso, se cuestionó el corte de la carrera, a pesar del grave accidente del mencionado corredor argentino. Poco después, ante la insistencia de los medios, fueron las declaraciones de Cárdenas lo que aumentó la discordia surgida, al referirse al alza de “bandera roja” en Onaisín, que detuvo a las máquinas en el sector chileno.

“Todos sabemos que se suspendió la carrera y aprovecho que está la radio y ustedes. El tema de Onaisín no fue por parte mía como director de la carrera: la información fue del director de Río Grande, Víctor Garcés, que dio la orden no sé a quién, porque desconozco quién alzó la bandera roja en Onaisín. Los autos que venían desde Las Flores tendrían que haber llegado a Porvenir corriendo, como fue toda la vida”.

“No sé quién fue el ‘inteligente’ que sacó la bandera roja y ahí se complicó todo el tema”, dijo Cárdenas molesto, agregando: “Quiero que sepan que yo soy el director de carrera por parte de Chile, estamos con el comisario (deportivo) acá y nos enteramos cuando empezaron a llamar que había tres o cuatro autos (detenidos), después se complicó. Sé que Víctor Garcés va a dar la cara también y tiene que responder”, planteó el dirigente de Adelfa.

Enseguida hubo diversos reclamos, principalmente por el paso de frontera sin documentos -en el caso de los pilotos argentinos- o de ir a buscar sus camionetas, por el lado de los chilenos. Situaciones en general que poco después fueron resueltas sin inconvenientes por la Unidad de Pasos Fronterizos.

“El Gran Premio
sólo en Chile”

Posteriormente, los medios de comunicación presentes -principalmente radios- comenzaron a inquirir detalle a Iván Cárdenas, quien aseveró que la decisión de suspender el 50° Gran Premio se adoptó entre Adelfa y el ACRG por respeto al piloto accidentado y a su familia. Empero, al ser consultado por el futuro del evento, lanzó: “Si me preguntan a mi, hoy el Gran Premio de la Hermandad tendríamos que hacerlo nosotros en Chile”.

“Tenemos los caminos, ya llevamos dos años con ese tema y creo que el próximo año se parcializará porque vamos a tener 80 kilómetros de pavimento Porvenir-Onaisín. El cordón Baquedano va a ir ‘sí o sí’ y hay que buscar caminos, aquí tenemos 400 a 450 kilómetros sin problema”. Sobre el corte de la primera etapa reiteró que “la bandera roja la sacó alguien de la comisión argentina en Onaisín, territorio chileno, no nosotros”.

“Este es el último grano de arroz en
el plato”, reclamó un piloto porvenireño

“Creo que éste es el último grano de arroz en el plato de que la Hermandad ya no va más, porque cuando empieza la organización todos los pilotos, chilenos y argentinos, hablan del helicóptero, las 12 ambulancias y resulta que la directiva chilena gasta 15 millones de pesos en ambulancias y $5 millones en helicóptero y cumplen con cuidarnos. Y perdonando la desgracia del chico que tuvo el accidente, vimos que fue una mala decisión (cortar la carrera)”.

La expresión, en la reunión de pilotos, fue del piloto porvenireño Félix España Miranda, indicando que en su caso gastó 4 millones de pesos para preparar su máquina, mientras -dijo- otros invirtieron menos, o más. Se le unió un corredor argentino pidiendo que “tendrían que dar explicaciones las autoridades”. Y tras ellos se produjo un cúmulo de manifestaciones de los corredores.

Automóvil Club de Río Grande aclara
parcialmente lo sucedido en Onaisín

Mediante un comunicado, el Automóvil Club de Río Grande intentó explicar el “error” ocurrido con el alzamiento de bandera roja en Onaisín, señalando que “la neutralización de la primera etapa se debió al cordón sanitario solicitado por el COE (Centro de Organización de Emergencia) que priorizó la vida del piloto, de esta forma afectó el desarrollo normal del Gran Premio Hermandad. Con respecto a la bandera roja en Onaisín, se debió que al momento de efectuar el cordón sanitario para el piloto con situación crítica y código rojo de traslado, se solicitó bandera roja en Río Chico, Arcillosa, Chorrillo”.

“Por último, se malinterpretó (en) uno de los puestos, el cual sacó bandera roja acatando la orden dada por director de la prueba, producto de ello se detiene la carrera erróneamente en el sector de Onaisín. Con respecto a enviar a todos los competidores en enlace hasta Porvenir fue que, al momento de tomar la decisión, la competencia para la segunda etapa seguía en curso normal, dada la información que teníamos por parte del responsable sanitario del COE, la que tenía una situación crítica y que con el transcurso de las horas la misma se fue agravando.

“Por lo cual entre las dos partes organizadoras ACRG y Adelfa, se dio por cancelada la misma, ya que no estaban dadas las condiciones o garantizadas las medidas de seguridad, lo cual fue informado mediante comunicado de prensa. Al día de la fecha (ayer) se encuentra esperando los tiempos parciales de las distintas categorías para poder publicar la primera etapa y la metodología empleada, teniendo en cuenta los parciales obtenidos para poder efectuar una clasificación parcial”.

“Como organizadores comprendemos y entendemos la incertidumbre de todos los participantes, también tenemos en cuenta el tiempo y dinero invertido para la participación del Gran Premio, pero como organización se dio prioridad a la seguridad de nuestros pilotos ante esta situación extraordinaria de carrera, el espíritu deportivo se vio coartado. Hoy estamos acompañando a la familia de Martín, socio y piloto de este Club, nuestra prioridad es y siempre será estar del lado de la vida”.