Slep Magallanes descarta fallas estructurales en escuela Juan Williams

Luego de que saliera a la luz un informe técnico elaborado por un apoderado de la Escuela Juan Williams de Punta Arenas, en el que se advertían graves deficiencias de infraestructura y condiciones que pondrían en riesgo la seguridad de la comunidad educativa, el Servicio Local de Educación Pública (Slep) Magallanes emitió el sábado un comunicado de prensa para aclarar la situación y detallar las medidas adoptadas.

El informe, que fue ampliamente difundido, daba cuenta de techos con filtraciones, baños inutilizados, tableros eléctricos sin resguardo y un sistema contra incendios inoperante. El documento fue entregado a la dirección del colegio, al Slep y al Ministerio de Educación, e incluyó registros fotográficos que respaldaban los hallazgos. En respuesta, representantes de la Subdirección de Infraestructura y Mantenimiento del Slep Magallanes realizaron una visita técnica al establecimiento el viernes. Según el comunicado oficial, no se detectaron fallas estructurales que impidan la continuidad del servicio educativo. No obstante, sí se identificaron diversas necesidades de mejora, ante lo cual se definió un plan de intervención que contempla, entre otras acciones, el reemplazo de luces de emergencia, la reactivación de la red húmeda y reparaciones en baños. A estas se suman trabajos ya ejecutados, como el cambio de cielos en salas y oficinas y la renovación de un tablero eléctrico en el área de educación prebásica.

Durante 2025, el Slep Magallanes ha invertido $31 millones 393 mil en acciones de mantenimiento en la Escuela Juan Williams. Entre estas se encuentran la reparación de goteras, instalación de radiadores, reposición de luminarias LED, arreglos en baños y el mantenimiento del sistema de calefacción, este último con una inversión cercana a los $18 millones. Además, se encuentra en desarrollo un proyecto para el recambio total de la cubierta del edificio, con un presupuesto estimado de $147 millones.

El Slep recordó que al asumir su gestión realizó un catastro de la infraestructura de todos los establecimientos del territorio, detectando la inexistencia de un programa de mantenimiento preventivo adecuado por parte de los sostenedores anteriores.

Ante ese escenario, y considerando que muchos de los edificios son antiguos y de alto uso, se implementaron desde un inicio planes de mantenimiento preventivo, la contratación de empresas especializadas en reparaciones y la habilitación de fondos directos para que las direcciones escolares puedan atender de manera ágil necesidades menores.