Necrológicas
Ignacia Colomé Alegret

Una catalana que vino en el Winnipeg y que no olvidó nunca Punta Arenas

Jueves 11 de Septiembre del 2025

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  • Llega a Chile muy joven,con 18 años y sola, viajó en el afamado “Barco de la Esperanza”, el Winnipeg, junto con más de 2.200 refugiados que huían del horror de la Guerra Civil Española.

 

 

Ernesto Fernández
de Cabo Arriado
Coordinador del CRA

Liceo Sara Braun

 

La historia de Ignacia Colomé Alegret es casi desconocida para los magallánicos de hoy, sin embargo para quienes están o han estado vinculados con la radiotelefonía y la actuación les sonará el nombre o lo habrán escuchado alguna vez. Su estadía por Punta Arenas no pasó inadvertida porque junto a su esposo, el argentino Antonio Benedicto Cerbián marcaron una época imborrable en la radiotelefonía regional.

Ignacia llega a Chile muy joven,  con 18 años y sola, viajó en el afamado “Barco de la Esperanza”, el Winnipeg, junto con más de 2.200 refugiados quienes huyeron del horror de la Guerra Civil Española, una guerra entre hermanos. Fue una de las 540 mujeres que viajaron en el Winnipeg dejando su tierra para venir a Chile. Pudo enrolarse en el “Barco de la Esperanza”, algo de fortuna tuvo que tener, ya que muchos quedaron con la ilusión de poder embarcarse y huir de todo ese ambiente bélico. En el barco viene un grupo que incluye a intelectuales, científicos y artistas que apoyaban la causa republicana. Partió desde el puerto francés de Pauillac el 4 de agosto de 1939 y arribó a Valparaíso el 3 de septiembre. Vinieron de Francia donde se encontraban en los campos de concentración tras la derrota republicana ante las fuerzas franquistas. En esta emigración venían españoles de diversas ideologías y de diferentes regiones de España.

Al igual que muchos (as) españoles del Winnipeg, Ignacia Colomé Alegret fue un aporte a la cultura del país que la acogió. Una vez en Chile, después de permanecer y trabajar un tiempo en Valparaíso, conoce a Antonio Benedicto, quien se convertiría en su esposo. Ambos viajaron al sur para establecerse en  la austral ciudad de Punta Arenas. Aquí desarrolló el canto, el teatro y el radioteatro. Fue directora de una compañía teatral.

Ignacia Colomé Alegret nació el 16 de julio de 1915 en Tarragona, Cataluña, hija de Juan Colomé Llop e Ignacia Alegret Vilaró. El destino y las circunstancias hacen que también por razones políticas varios años después vuelva a su terruño y es en Madrid donde fallece el 13 de julio del 2007.

El exilio y la 

venida a Chile

El 26 de enero de 1939, Barcelona cae en manos de los soldados de Franco. Este acontecimiento anuncia el fin de tres años de guerra, una guerra marcada por el derramamiento de sangre que costó la vida de cerca de un millón de españoles. En un primer momento Francia no quiere intervenir y cierra la frontera. Durante los días siguientes, 500.000 personas, soldados republicanos y civiles atraviesan la frontera. 

Tenemos el testimonio de Ignacia Colomé Alegret, sobre los episodios que vivió antes de embarcarse en el Winnipeg, cuando huyó de España:  Ignacia Colomé relata “… En la frontera estuvimos varios días y allí presencié el cuadro horroroso que nunca olvidaré porque fue espantoso, era ver gente cargada de baúles, colchones y maletas, mujeres, niños, niños llorando, hombres que buscaban a sus mujeres, mujeres que buscaban a sus maridos gritando todos; como no les dejaban pasar la frontera porque estaba muy controlada, se estacionaban a los lados de la carretera, y también aviones que pasaban ametrallando, eso yo lo vi, ametrallando a la gente que estaba deseosa de pasar a Francia creyendo que allí se encontrarían con un nuevo país que les acogería. “…Pasaron unos cuantos días y nos llevaron en un tren espantoso, que no se terminaba nunca y todo lleno de refugiados; recuerdo que en algunas paradas unas monjas nos daban pan que para mí era delicioso, después de muchas horas de viaje llegamos al campo donde estuve… Fue humillante, no podíamos imaginar, que un país tan cercano a España, a mí no me trataron de forma despectiva, pero yo sé que otros lo han pasado muy mal como los que estuvieron en los campos de concentración o en las playas; yo no lo pasé tan mal, pero vi el cuadro tremendo, nunca imaginamos que los franceses nos trataran así…”.

En Francia conoce a Pablo Neruda, el responsable de organizar la emigración de los republicanos españoles. Ignacia Colomé señala: “… Pasaba la gente, Neruda estaba como en una casucha -, viendo los pasaportes, cuando me tocó a mí, me preguntó si viajaba sola, si le respondí, es que no puedo volver a España, y otra vez me preguntó si viajaba sola, bueno chiquilla, vete tranquila que en Chile te van a tratar muy bien…”. “…Y después la pena de los que se quedaron, hombres que se quedaron mirando el barco, sin poder embarcarse, yo me sentí mal, porque yo no tenía que haber embarcado, tenía que haberse embarcado ese hombre que estaba con la familia… necesitaba salir porque a mí me hubiesen fusilado…”

Así como Ignacia Colomé varios refugiados españoles  vinieron en el Winnipeg y posteriormente llegan a Magallanes. Algunos se establecieron por un  corto periodo en nuestra ciudad, otros se radicaron y formaron familia en Magallanes como Manuel Solabarrieta Fernández, Francisco Otero Pantín, Juan Peña Rodríguez, etc.  Sin embargo, otros estuvieron un cierto tiempo en Punta Arenas como Secundino Luis Sevilla, Vicente Criado Lucena, entre otros y se fueron, de los cuales no se supo que destino tuvieron.

Su quehacer
en Punta Arenas

Ignacia Colomé después de una estadía en Valparaíso llega junto a su marido Antonio Benedicto a Punta Arenas en 1945. Aquí empieza a trabajar en la Radio Voz del Sur de propiedad del español Eladio Fernández Espina, como locutora, actriz de radioteatro, cobradora de los anuncios de publicidad, tuvo una Compañía Teatral en la cual actuó en varias obras teatrales y también emprendió empresa al tener  tiendas de lencería, una con su hermana Teresa. Posteriormente en 1959-60 junto a su marido Antonio Benedicto se establecen en Santiago y por circunstancias políticas (golpe militar de 1973), deben abandonar Chile y  radicarse en Madrid, donde fallece el 13 de julio de 2007 a una avanzada edad. 

Ignacia Colomé Alegret, una mujer que dejó una impronta en el ambiente cultural magallánico, hizo empresa y aportó al progreso de nuestra región.

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