Voleibolistas magallánicas defenderán a Chile en el Sudamericano sub-17 de Perú
- Catalina Oyarzún Riquelme y Lucía Marín Sanfuentes representarán a la región en el torneo clasificatorio para el Mundial 2026.
Magallanes tendrá representación en la selección chilena femenina de vóleibol sub-17 que competirá en el Campeonato Sudamericano de la categoría, programado entre el 17 y el 21 de septiembre en Lima, Perú. Esto porque las deportistas Catalina Oyarzún Riquelme, de 14 años, y Lucía Marín Sanfuentes, de 15, fueron confirmadas en la nómina tras un exigente proceso de entrenamientos y visorías.
Catalina Oyarzún, alumna del Liceo Contardi, donde cursa el primero medio, inició su recorrido en el vóleibol hace tres años en el Club Taiiu de Punta Arenas. Después de dos años se integró al Club Deportivo de Voleibol Esencias, organización con aproximadamente un año de funcionamiento en categorías formativas, donde actualmente entrena bajo la dirección de Rodrigo Martínez.
Catalina participó en una clínica de la selección realizada en Punta Arenas, instancia en la que fue observada por el equipo técnico nacional. Tras esta experiencia, recibió su primera invitación para entrenar en Santiago, comenzando así un proceso que se ha extendido por casi dos años. Durante el último año y medio, la jugadora ha viajado mensualmente a la capital para concentraciones en el Centro de Entrenamiento Olímpico (Ceo) de Ñuñoa (Región Metropolitana). Allí, las sesiones se desarrollan con bloques dedicados tanto al trabajo físico como al desarrollo técnico-táctico.
El padre de Catalina, José Oyarzún, explicó que durante los últimos dos años la familia ha debido costear prácticamente todos los gastos relacionados con los viajes y estadías de su hija en Santiago. Señaló que, al ser menor de edad, ella debe viajar acompañada por uno de sus padres, lo que duplica el valor de los pasajes. A estos gastos se suman arriendos temporales de alojamiento, alimentación y transporte en la capital, lo que ha significado un esfuerzo financiero considerable. En este proceso también han recibido aportes, como la ayuda de un amigo residente en Estados Unidos que ha colaborado en la cobertura de pasajes y estadías, además de contribuciones recientes de instituciones y empresas locales. Sin embargo, a partir de este año, Catalina ingresó al Programa Promesas Chile, que cubrirá pasajes de ida y regreso para entrenamientos y competencias.
En paralelo a su proceso con el equipo nacional, Catalina ha tenido una participación constante en el vóleibol competitivo. Este año fue convocada como refuerzo del Club Deportivo Alemán para disputar la Liga Nacional de Menores, en la que compitió en todas las fechas, salvo la última realizada en Punta Arenas, debido a compromisos con la selección nacional. Además, integró el equipo Selknam en el cuadrangular clasificatorio de los Juegos de La Araucanía, logrando el segundo lugar, y fue incluida en la preselección regional que prepara su participación en dicho evento binacional.
Cabe señalar que Catalina es integrante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días.
Talento surgido
en pandemia
Lucía Marín Sanfuentes, quien cursa 1° medio en el Colegio Britanico, comenzó a practicar vóleibol durante la pandemia, en 2020, en medio de entrenamientos online y con limitaciones propias de ese periodo. En paralelo, se estaba gestando el Club Taiiu, entidad a la que se incorporó desde sus primeros pasos en la disciplina.
A los 11 años empezó a destacarse en su categoría y, en 2021, fue observada durante una visoría realizada por entrenadores de la selección nacional en Punta Arenas, instancia destinada a detectar talentos con potencial físico y técnico. Desde entonces, ha viajado regularmente a Santiago para concentraciones y entrenamientos.
En los últimos tres años, Lucía ha debido compatibilizar el colegio, la competencia nacional junto al Club Taiiu y los desplazamientos a la capital. Durante la temporada escolar, los viajes son generalmente de una semana al mes, mientras que en vacaciones las concentraciones se extienden durante todo el mes.
“Ha sido un proceso largo y demandante. En un comienzo viajaba a entrenar por periodos cortos, pero luego las convocatorias se volvieron más frecuentes y extensas. Hasta este año, todos los costos fueron asumidos por la familia. Recién ahora Lucía ingresó al programa Promesas Chile, que cubrirá parte de los gastos de traslado”, explicó su padre Mario Marín Kuzmanic.
Paralelamente, Lucía ha tenido una participación destacada en la Liga Nacional de Menores junto a su club, que compite regularmente en torneos nacionales. Este roce competitivo le ha permitido consolidarse como una de las jugadoras más prometedoras de la región y del país.
Un torneo clave y
miras al Mundial 2026
El Sudamericano sub-17 femenino, que se disputará en Lima, será el primer torneo internacional oficial para ambas jugadoras y constituye una instancia decisiva, ya que es clasificatorio para el Campeonato Mundial sub-17, programado para 2026 en Chile.
Catalina y Lucía viajarán a Santiago para los últimos entrenamientos el 15 de septiembre, y partirán junto al equipo nacional hacia Perú días después.
Mario Marín subrayó la relevancia de este evento: “Es una tremenda oportunidad, no sólo para nuestras hijas, sino para todo el vóleibol chileno. No siempre se da la posibilidad de que un mismo grupo clasifique y luego compita en un Mundial que se jugará en su propio país”.
En caso de lograr la clasificación, el grupo actual tendrá continuidad para representar a Chile en 2026, lo que proyecta un proceso de largo plazo que podría consolidar a jugadoras como Catalina y Lucía en la élite sudamericana.




