Accidentes, alta velocidad y creatividad reunió carrera de “autos locos” en Porvenir
Los accidentes -uno de ellos bastante serio que afectó a una joven piloto- una muy alta velocidad de descenso y la colorida creatividad fueron algunas de las características que concentró este domingo la cuarta versión de los Autos Locos de Porvenir, que reunió a un total de 18 equipos de la comuna fueguina, de Punta Arenas, Puerto Natales y de la localidad de Tolhuin, Tierra del Fuego argentina.
Al parecer de los entendidos, la competencia adquirió ribetes para una mayor exigencia y mostró mejores arreglos mecánicos para ganar desplazamiento en la empinada bajada de calle Carlos Wood, por lo que urge revisar de manera más profesional sus preparativos. Entre ellos, cabe centrarse en la estabilidad de las máquinas, el uso de mejor indumentaria para los corredores y -sobre todo- potenciar las medidas de seguridad, para evitar que vuelvan a suceder volcamientos tan peligrosos como los ocurridos en la jornada, que costaron lesiones a los participantes.
La actividad, que hasta el año pasado formaba parte del aniversario de Porvenir, se dejó para mediados de septiembre, lo que permitió que lleguen más representantes foráneos aprovechando el buen clima de la fecha. Lo anterior posibilitó que se dividiera la carrera en dos categorías: autos locos tradicionales y autos locos de velocidad, cada uno de las cuales tuvo ocho “teams”: la primera serie, largando cada 2 minutos y la segunda con dos competidores que largaban al mismo intervalo de tiempo.
Claro que este margen se extendió cuando se debía atender a los accidentados, entre ellos el caso más complejo fue el de una joven “copilota” que, al volcar la máquina en que secundaba al piloto, debió ser atendida por personal de la ambulancia del IST, tras lo cual fue trasladada al Hospital Marco Chamorro Iglesias, donde se reponía de un fuerte golpe recibido en la cabeza al volcar el carro cuando no pudo superar el obstáculo de los fardos de pasto. Los otros vuelcos, también en la zona de obstáculos, por fortuna sólo causaron hematomas leves a los corredores.




