Inia impulsa investigación y conservación del calafate con un nuevo banco vivo de patrimonio genético
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) Kampenaike está dando un paso decisivo para valorizar el calafate (Berberis microphylla), el fruto silvestre emblemático de la Patagonia, con la reciente creación de un banco vivo in situ de la especie. Esta iniciativa representa una estrategia fundamental para la conservación de los recursos genéticos locales y sienta las bases para el desarrollo de una futura industria regional en torno a este recurso nativo.
Este banco vivo reúne una colección única de más de 100 accesiones (muestras de plantas) recolectadas en la Región de Magallanes y la zona sur de Chile. Su propósito es doble: actuar como un resguardo del patrimonio genético del calafate y servir como una plataforma para su multiplicación y estudio.
Bajo condiciones controladas de nutrición y riego, los investigadores del Inia han evaluado meticulosamente estas accesiones. Los resultados son prometedores: se han identificado clones jóvenes capaces de rendir hasta cuatro kilos de fruta por planta. Además, estos ejemplares presentan niveles de sólidos solubles (una medida de azúcares y compuestos) que alcanzan los 20°Brix, un parámetro de excelencia muy apreciado por las industrias de jugos, colorantes naturales y nutracéuticos por su intenso sabor y alta concentración de compuestos bioactivos.
El trabajo del Inia va más allá de la caracterización del fruto. De manera paralela, el equipo ha generado protocolos agronómicos de base esenciales para avanzar hacia un cultivo comercial viable. Esto incluye investigaciones en áreas críticas como la nutrición, la fertilidad de suelos y los requerimientos hídricos específicos de la especie, conocimientos que serán transferidos a los productores locales.
El nuevo banco vivo alberga la diversidad genética obtenida tras años de prospección en distintos puntos de la Patagonia, incluyendo ecotipos de isla Riesco, San Gregorio, Torres del Paine y Tierra del Fuego. Este reservorio permitirá preservar material genético de alto valor, servir como base para futuras investigaciones y actuar como “vivero madre” para la multiplicación de plantas con atributos sobresalientes.
Claudia Mc Leod, investigadora de Inia Kampenaike, destacó la proyección del proyecto: “Este banco vivo no sólo asegura la conservación de un recurso genético único de la Patagonia, sino también impulsa el desarrollo de un cultivo con proyección económica y ambiental. Es un paso clave para convertir al calafate en una alternativa productiva de alto valor para Magallanes”.




