De las mascarillas de tela a la confección artesanal: la historia de Manualidades Mary
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María Angélica Fontana transformó su pasión por el bordado y la costura en un negocio formal que hoy ofrece productos únicos hechos a mano, con envíos a todo Chile.
Lo que comenzó como una manera de pasar el encierro durante la pandemia terminó por convertirse en un proyecto de vida. María Angélica Fontana Cárcamo, creadora de Manualidades Mary, recuerda que sus primeras confecciones fueron mascarillas de tela, hechas para matar el aburrimiento. Sin embargo, rápidamente se convirtieron en un éxito. “Llamaban mucho la atención porque las telas las traía del norte y la gente empezó a combinarlas con su ropa. De ahí, a sugerencia de una clienta, me atreví a hacer cintillos, llaveros y otras cosas”, relata.
Ese impulso inicial la llevó a profesionalizar su pasión. Con el apoyo de una amiga, postuló al programa Emprende de Sercotec y resultó ganadora, lo que le permitió formalizar su negocio y ampliar la producción. Años después, también fue beneficiada con el Ruta Digital, que le entregó herramientas para dar el salto al mundo digital, incluyendo la creación de página web, y el apoyo de la Fundación Luksic.
Hoy, Manualidades Mary ofrece una amplia gama de productos: desde paños de cocina de algodón americano —considerados su “producto estrella” por la alta demanda— hasta cuellos inspirados en caricaturas, porta pañuelos reutilizables, billeteras, monederos y artículos hechos con telas recicladas como bikinis y camisas. “La verdad que si no estoy sentada en mi máquina, no soy feliz. Me encanta lo que hago, lo disfruto. Mi lema es hecho a mano, hecho con amor, porque realmente me fascina lo que hago”, enfatiza.
La emprendedora reconoce que el amor por las manualidades viene de su infancia. Aprendió a tejer en la escuela, y a los 13 años recibió su primera máquina de coser, regalo de su madre. Desde entonces, coser y bordar se convirtieron en un pasatiempo constante, aunque durante mucho tiempo solo fue un hobby. “De repente mis conocidos me pedían cosas y yo se las hacía, pero nunca pensé que podía ser un negocio. No creía en los proyectos, pensaba que no servían, hasta que me atreví y me fue bien”, confiesa.
Actualmente, sus productos se comercializan principalmente en ferias locales —como las que se realizan en Zona Franca—, pero también a través de redes sociales. En Instagram (@manualidades.mary21) y Facebook (Manualidades Mary), muestra su catálogo y recibe pedidos personalizados.




