Junji desvincula a dos dirigentes gremiales; sindicatos acusan “persecución”

La decisión de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) de desvincular a la tesorera y al primer director de la Asociación de Funcionarios de dicha repartición fue calificada como una “persecución” por parte de la organización gremial Ajunji Magallanes. La medida habría sido comunicada el jueves a los trabajadores afectados.

Los representantes sindicales de la Junji se reunieron este viernes con el delegado presidencial regional, José Ruiz Pivcevic, para exigir explicaciones y solicitar garantías de debido proceso.

Según el presidente provincial de la Central Unitaria de Trabajadores, Juan Igor Monge, quien acompañó a los afectados a la reunión con la máxima autoridad del gobierno de Gabriel Boric en la región, “todavía quedan etapas por quemar. El delegado se comprometió a asegurar que se cumpla la legalidad”, sostuvo, añadiendo que en los próximos cinco días los afectados deberán presentar sus descargos.

Desde la Cut, la medida fue calificada como una “práctica antisindical”, ya que se ejecutó sin el procedimiento judicial de desafuero previo.

La Prensa Austral contactó a la dirección regional de Junji, la cual determinó no emitir declaración como institución.

“Es un duro golpe para el movimiento sindical, no sólo para mí como dirigente, sino para todos quienes trabajan por la defensa de los derechos laborales en la institución”, señaló Vilma Urrea, una de las dirigentes desvinculadas, quien llevaba aproximadamente 24 años vinculada y cerca de 10 años desempeñándose como dirigente sindical.

Urrea explicó que el motivo de su despido, al igual que el de su compañero, se debió a un sumario instruido por una denuncia de presuntos malos tratos en contra de una jefatura, en el contexto de una junta calificadora.

“Me desvincularon por haber cumplido con mi función de dirigente gremial, especialmente por impedir que una persona fuera despedida injustamente”. Además, denunció que la acusación que originó su sumario provino de alguien con presuntos antecedentes de denuncias no investigadas.

A pesar de ello, Vilma Urrea asegura que su espíritu no se ha quebrado: “Aquí estoy de pie, firme en la defensa de mis compañeros. No me van a dejar callada, porque la voz de los trabajadores debe ser escuchada siempre”.

Según su relato, la presunta persecución sindical en Junji se intensificó a partir de 2023, luego de una serie de movilizaciones a nivel regional en defensa de los derechos laborales. Acusa que gran parte de la dirigencia enfrenta sumarios administrativos.

Desde la Cut y Ajunji se mantienen en estado de alerta y revisan las acciones a tomar. “No se trata sólo de la desvinculación de Vilma o de otro dirigente, sino de evitar que se rompa y debilite un movimiento sindical que ha costado años construir”, manifestó Juan Igor Monge, presidente provincial de la Cut.