Necrológicas

No es un buen negocio

Por Abraham Santibáñez Lunes 29 de Septiembre del 2025

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Concebido como un edificio destinado a simbolizar la nueva era, al momento de diseñar la sede de Naciones Unidas, se invitó a los más famosos arquitectos de su tiempo. No fue fácil que se pusieran de acuerdo, pero lo lograron. La icónica construcción ya cumplió largos 70 años
 y se notan. 

No son sólo las instalaciones materiales. Hoy la Onu ya no se ve como el organismo destinado a garantizar la paz. Cuando se fundó, sin embargo, su objetivo declarado era prevenir conflictos armados y que las naciones resolvieran sus conflictos por la vía diplomática. En esta tarea resultaba indispensable la buena voluntad de los países miembro (hoy son 193) para recibir opiniones, sugerencias, ofertas de ayuda e, incluso, demandas y presiones. Igualmente importante era la defensa de los Derechos Humanos. Debía impulsar -y lo ha hecho, aunque sin la eficacia esperada- iniciativas educativas, sociales, humanitarias y militares y establecer tribunales que actuaran frente a delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra.

En el actual periodo de sesiones se han escuchado más voces críticas que nunca. Algunos oradores, como la del rey de España, valoraron sin embargo su importancia. Trump, en cambio, optó por la ironía: acusó a la Onu de no haberlo “ayudado” a frenar guerras. Se ufanó una vez más de haber puesto fin a siete guerras en siete meses. Más tarde, en un encuentro bilateral con el secretario general, Antonio Guterres, típicamente suavizó el tono.

El propio Guterres ha debido reconocer que la Onu estaba pensada para enfrentar los problemas del siglo XX, no los del XXI. A fin de revertir esa situación, en marzo presentó la iniciativa “ONU80”, un plan de reforma que busca reducir burocracia, evitar duplicidad de funciones y recortar costos. También cree que es necesario enfrentar los nuevos desafíos como la inteligencia artificial y el cambio climático.
En este clima enrarecido llamó la atención la candidatura de la expresidenta Michelle Bachellet a la Secretaría General. La proclamación hecha por el Presidente Gabriel Boric no fue una sorpresa. Pero
.

Nadie duda de la experiencia de Michelle Bachelet. Pero su elección no se ve fácil. Podría quedar en el camino si China y Estados Unidos ejercen su derecho a veto. Además, en el nuevo orden mundial que está emergiendo, es necesario pensar nuevos mecanismos de convivencia internacional.

Pero lo más urgente, como se vio cuando se paralizó la escalera mecánica al paso de Trump, son los problemas económicos. 

La financiación de la Onu se estructura principalmente a través de las cuotas de sus 193 Estados miembros. Para determinar la “escala de cuotas” se utiliza una fórmula que considera el ingreso nacional bruto del país, el tamaño de su población y la deuda externa, entre otros factores. En todo caso, la mayor parte la asumen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos.

El presupuesto ordinario apoya las actividades aprobadas por la Asamblea General. Un presupuesto separado se destina a las operaciones de mantenimiento de la paz. En mayo el déficit provocado por las cuotas no pagadas del presupuesto ordinario se estimaba en 2,400 millones de dólares y en 2,700 millones de dólares lo adeudado para el mantenimiento de la paz. La deuda de Estados Unidos era de 2.800 millones de dólares.

No es una perspectiva muy alentadora para quienquiera que sea elegido como Secretario General.

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