Suspensión del Fondo Solidario Interno afecta a 287 estudiantes de la Umag

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Magallanes (Feum) se encuentra en estado de alerta tras la suspensión del Fondo Solidario Interno, beneficio que por años permitió a cientos de jóvenes financiar parte del arancel de sus estudios superiores. La decisión, que según la organización fue informada de manera tardía, afecta directamente a 287 estudiantes que hoy enfrentan la posibilidad de quedar sin cobertura arancelaria o de asumir un crédito blando como única alternativa.

El presidente de la Feum, Felipe Miranda, dijo que el beneficio operaba de manera similar al Fondo Solidario del Estado, pero con recursos propios de la institución. “Este funciona con la misma mecánica del fondo solidario ministerial, pero la deuda se genera directamente con la universidad, a partir de un fondo específico interno”, señaló. Sin embargo, detalló que “no es un fondo establecido formalmente para este fin, sino que se recaudaba con la devolución de impuestos que recibe la universidad”.

Añadió que la Federación venía solicitando información sobre la administración del beneficio desde hace meses, pero sólo recientemente lograron acceder a su reglamento. Felipe Miranda advirtió que la falta de claridad institucional contribuyó a agravar la situación. “El hecho de que no se entregara información evidenciaba cierto desconocimiento. No digo que los vicerrectores ignoraran el fondo, pero probablemente a nivel intermedio había un desconocimiento de su reglamentación”.

El beneficio estaba orientado a cubrir entre un 35% y 100% del arancel de los estudiantes, permitiendo el pago de la deuda hasta dos años después de egresar. “Este sistema daba estabilidad a quienes cursaban su carrera, porque no tenían que endeudarse mientras estudiaban. Por eso, su suspensión genera un impacto enorme”, subrayó el dirigente.

Agregó que, en un primer momento, la universidad propuso reemplazar el fondo por un crédito blando. “La solución inicial era un crédito a 24 cuotas sin interese, con el primer pago programado para el próximo año. Sin embargo, no consideraba la realidad de los estudiantes ni las condiciones en que accedieron al beneficio, por lo que la rechazamos”.

La Federación solicitó que la institución asuma la continuidad del fondo para los beneficiarios actuales, especialmente para quienes ya lo habían renovado. “El 70% de los 287 casos corresponde a estudiantes renovantes, por lo tanto, la universidad debe hacerse cargo. El reglamento no permite eliminar el fondo, sólo reducir cupos, y eso no se respetó”, aseguró Miranda.

Atención presencial

Desde la Feum anunciaron que continuarán recibiendo casos y antecedentes para presentarlos ante las autoridades. “Establecimos atención presencial el día lunes 13 en la Federación y también recepción vía correo ([email protected]), porque necesitamos contar con la totalidad de los antecedentes antes de la próxima reunión con los vicerrectores”.

El dirigente enfatizó que la suspensión del beneficio puede tener consecuencias graves sobre la permanencia en la educación superior. “La deserción universitaria en Magallanes está fuertemente vinculada a factores económicos. Si se generan cambios de criterio que afectan el financiamiento estudiantil, inevitablemente aumenta el riesgo de abandono”.

Miranda afirmó que el quiebre de confianza también es un tema relevante. “Nuestros compañeros ingresaron a este fondo porque se les presentó como un beneficio seguro. Cuando se interrumpe sin previo aviso, se vulnera la confianza que los estudiantes depositan en su institución”.

Consultado sobre otros beneficios internos, el presidente de la Feum descartó otras suspensiones en lo inmediato. “Hasta el momento no hay otros fondos comprometidos. En este caso, el problema surge porque el financiamiento dependía de recursos variables”.

Continuidad del Fondo

La Federación sostiene que la Universidad de Magallanes cuenta con las herramientas necesarias para resolver la situación. “Creemos que la institución tiene la capacidad para asumir la continuidad del fondo y garantizar la estabilidad de los estudiantes afectados”.

Concluyó que continuarán las conversaciones con los equipos directivos hasta alcanzar una solución que asegure la continuidad educativa sin generar endeudamiento. “Vamos a seguir acompañando a nuestros compañeros y exigiendo respuestas concretas. La educación es un derecho, y la universidad debe actuar con transparencia, responsabilidad y compromiso con su comunidad”.