Las definiciones de un maestro de ajedrez: quién es el mayor genio de la historia y dos partidas inmortales
- “El ajedrez es un juego que enseña a pensar y cuya enorme utilidad pedagógica está avalada por serios estudios científicos y sólidas experiencias internacionales”, sostiene el experto.
Leontxo García ha dedicado buena parte de su vida al ajedrez. Fue jugador, tiene el título de Maestro de la Federación Internacional (Fide) y luego se dedicó el periodismo. Es un célebre columnista en el diario El País de España y ha entrevistado a todos los grandes campeones.
García, además, es una de las figuras más influyentes en la divulgación del ajedrez a nivel mundial. Ha estado en 111 países y ha formado a varios miles de profesores inculcando el ajedrez como una herramienta pedagógica que ayuda a pensar.
En la reciente semana, invitado por la Federación local, vino a Chile. El maestro español se reunió con los ministros Jaime Pizarro y Nicolás Cataldo, estuvo en el Congreso y dio clases magistrales. En medio de su agenda, se hizo un tiempo para conversar con Emol.
– En el ajedrez, ¿genio se nace o se hace?
– “Yo creo que las dos cosas. Por ejemplo: Magnus Carlsen (actual campeón mundial), a los cuatro años y medio, se sabía de memoria todos los países del mundo con sus capitales, banderas, superficie y población. Yo creo que eso tiene que tener un componente genético, a pesar de que me consta, porque me lo contaron sus padres, que tanto él como sus tres hermanas fueron muy estimulados cognitivamente o intelectualmente desde que eran bebés. Pero tiene que haber un componente genético. Luego cuando Magnus se pone a jugar al ajedrez intensamente a los ocho años, su intensidad es absoluta. Su vida era ajedrez y poco más. Entonces hay una combinación de genética y trabajo muy duro, de vivir en un entorno tan favorable, vivir en un país tan avanzado como Noruega. El genio nace primero, pero luego se tiene que hacer con trabajo y un entorno favorable”.
– Para usted, ¿quién es el mayor genio del ajedrez?
– “Es imposible de contestar con rigor. Tomemos por ejemplo al cubano José Raúl Capablanca, hace más o menos 100 años era el campeón del mundo. Pero, ¿con qué tecnología contaba Capablanca? Algunos libros en papel, una revista, prácticamente nada. Comparemos con la tecnología actual. El ajedrez es el único deporte que se puede practicar por internet. Si sacamos a Capablanca de la tumba y le damos dos años para que estudie y se entrene con la tecnología actual, ¿ganaría a Carlsen o no? Es imposible saberlo”.
“Si me preguntase, ¿qué campeón del mundo ha aportado más al ajedrez? Yo diría que Garri Kasparov. Fue el campeón del mundo más joven de la historia a los 22 años. Mantuvo con Anatoly Karpov la mayor rivalidad en la historia de todos los deportes individuales. Tomó el estandarte del género humano contra las computadoras en un duelo que fue noticia de primera página prácticamente en todos los periódicos del mundo, eso popularizó mucho el ajedrez. Siempre se ha mostrado muy partidario del ajedrez como herramienta educativa. Fue número uno del mundo durante 20 años consecutivos, que es un récord que Carlsen todavía está muy lejos de igualar o de batir”.
– En el diario El País usted analiza y comenta diversas partidas. ¿Cuáles han sido las que más lo han impresionado y que considera que son imprescindibles para los aficionados de este deporte?
– “Voy a citar dos. Es muy difícil elegir. Una es la que Bobby Fischer le gana a Donald Byrne cuando tiene 13 años, con las piezas negras y hace una defensa Grünfeld. Y la otra es la de (Akiba) Rubinstein y (Gersz) Rotlewi. Esa es otra partida absolutamente inmortal. Cualquier aficionado cuando ve cualquiera de esas dos partidas siente una sensación similar a la de un melómano cuando escucha la Novena Sinfonía de Beethoven o un amante de la pintura cuando ve Las Meninas de Velásquez”.
-¿Por qué ha comparado al ajedrez con el boxeo?
– “Un amigo mío, ya difunto, solía decir: ‘El ajedrez es el deporte más violento que existe’. La frase puede parecer una excentricidad, pero tiene mucho fondo. Un futbolista puede desahogar su tensión corriendo, chutando, gritando, protestando al árbitro, gritándole a un compañero, de múltiples maneras. Un ajedrecista durante una partida de cuatro a cinco horas no puede hacer prácticamente nada más que ir al baño, beber agua o té o café y pasear como un león enjaulado por el escenario. La tensión está dentro y es tremenda. Por eso el ajedrez requiere estar en buena forma física y mantener un equilibrio psicológico. Es una especie de boxeo mental”.
Leontxo García dice que Chat GPT le parece una herramienta maravillosa, pero recalca: “Siempre y cuando vaya en combinación con nuestro propio pensamiento y capacidad cerebral”.
“Estamos corriendo el enorme riesgo de delegar funciones de nuestro cerebro en el Chat GPT o sus congéneres. Puedo poner un ejemplo. Ahora tenemos módulos, computadoras, programas que calculan millones de jugadas por segundo y que por tanto son una herramienta utilísima para el entrenamiento de un ajedrecista, pero yo siempre aconsejo que a la hora de analizar una posición, la que sea, primero tienes que pensar con tu propia cabeza durante los minutos necesarios para comprender bien esa posición”, añade.
-Magnus Carlsen dijo en una entrevista que “la vida que llevamos no nos incita a pensar”. ¿Qué piensa de esa afirmación?
– “Esa afirmación coincide con lo que dicen personas incluso más eminentes que Magnus Carlsen en el terreno del pensamiento. Por ejemplo, el filósofo alemán Peter Sloterdijk antes de la pandemia dijo prácticamente una frase casi calcada. Lo que yo digo es que cada día hay en el mundo más gente que piensa menos. Por una serie de razones acumuladas, de las cuales la más importante sería el mal uso de las redes sociales”.
“El ajedrez es un juego que enseña a pensar y cuya enorme utilidad pedagógica está avalada por serios estudios científicos y sólidas experiencias internacionales. Creo que deberíamos transmitir a todos los niños del mundo el siguiente mensaje: una gran parte de lo que lees, ves o escuchas es mentira. Es decir, hay que desarrollar un mecanismo automático cerebral que nos lleve a verificar las fuente de cualquier información que nos llegue. Poder saber si es verdad o mentira. En el tablero de ajedrez está la verdad, no hay mentiras en el tablero. Es verdad a veces que la verdad está muy escondida y hay que analizar profundamente, pero está. En cambio, fuera del tablero ya no sabemos dónde está la verdad”.
-Damaris Abarca, multicampeona chilena de ajedrez, fue hace unos años parte del proceso constituyente chileno y ella cree que la política podría observarse con ojos de ajedrecista.
– “El problema es que la inmensa mayoría de los políticos, por desgracia y de cualquier signo, solo miran hasta que termina su legislatura. Ese es su horizonte de reflexión. De cuatro años o los que sean. Eso no tiene lógica, porque muchas veces los políticos deben decidir sobre aspectos que van a afectar a los ciudadanos durante muchos años que los que dura su legislatura. El pensamiento a largo plazo se echa mucho de menos entre los políticos y, en cambio, es importantísimo en el ajedrez. Cualquier persona, sea político o empresario, que tenga que tomar decisiones cada día que sean difíciles, bajo presión y con rapidez, está haciendo lo mismo que un ajedrecista”.
-Hablando de gente que toma decisiones bajo presión, Ernesto Valverde, ex entrenador del FC Barcelona y hoy en el Athletic de Bilbao, se ha reunido con usted. ¿Cómo fue ese encuentro?
– “He tenido varios encuentros. El me llevó una vez a las instalaciones de Lezama, que es donde el Athletic de Bilbao se entrena y donde cuida a sus promesas. Él ve una gran similitud entre la estrategia del ajedrez y la del fútbol, me pidió algunos libros que por supuesto se los recomendé con mucho gusto. Por ejemplo, el control del centro es un elemento clave en el ajedrez, en el fútbol y en la estrategia militar, porque desde el centro puedes decidir por cuál lado atacar. Lo que en fútbol se llama achique de espacios pues tendría mucho que ver con la buena armonía de las piezas. Los defensas a veces atacan y los atacantes deben presionar para defender cuando el equipo pierde el balón. En el ajedrez ocurre algo muy parecido y así sucesivamente. Hay una serie de elementos que son comunes y sin duda un entrenador de fútbol que entienda de ajedrez probablemente eso le va a ayudar en su trabajo”.
– Pep Guardiola también conoce su trabajo.
– “Pep Guardiola comió una vez con Kasparov en Nueva York, eso le impresionó mucho. Luego buscó entrevistas con campeones y vio una mía con Carlsen. Entonces le pidió a su ayudante principal que a partir de ese momento le enviase todas las entrevistas que viera interesantes con grandes ajedrecistas”.
Emol




