Los méritos de María Corina

Este año el Premio Nobel de la Paz fue recibido de manera desigual. El Comité Noruego destacó a María Corina Machado por su “incansable” defensa de la democracia frente al “brutal” gobierno de Nicolás Maduro. En la Casa Blanca, donde apostaban por Donald Trump, el director de comunicaciones, Steven Cheung, acusó al Comité de “priorizar la política por encima de la paz”. 

Y agregó: “El Presidente Trump seguirá firmando acuerdos de paz, poniendo fin a guerras y salvando vidas. Tiene el corazón de un humanitario, y nunca habrá nadie como él, capaz de mover montañas con la fuerza pura de su voluntad”.

Ditirambos aparte, los adjetivos cruzados ocurrieron cuando Trump está festejando lo que considera un éxito personal en sus esfuerzos por lograr la paz en Gaza. En los días previos, las negociaciones celebradas en Egipto tuvieron un avance significativo. El comprensible entusiasmo no garantiza, sin embargo, que todo esté resuelto. El problema fundamental sigue siendo el establecimiento de los dos estados acordados por Naciones Unidas tras la partición de Palestina en 1947.   

Hamás había planteado que estaba dispuesto a liberar a todos los rehenes a cambio de la retirada completa de las fuerzas militares israelíes de Gaza, el fin permanente de la guerra y la liberación de presos palestinos. Por ahora, el acuerdo sólo garantiza la liberación de los prisioneros. Pese al triunfalismo del Presidente de EE.UU. y la buena disposición de las partes, hasta el fin de semana no había total seguridad acerca del futuro. 

“Hamás acaba de hacer grandes concesiones”, dijo a The New York Times Esmat Mansour, analista palestino que pasó años en cárceles israelíes. “Está asumiendo un riesgo al creer que la guerra terminará, pero también tiene pocas otras opciones a su disposición”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido en que Hamás debe dejar las armas. El movimiento guerrillero considera que eso equivale a rendirse y ve la lucha armada como una forma legítima de resistencia contra el control israelí de las tierras palestinas.

Nos espera un “largo camino”, dice el analista Mansour. “Las cuestiones pendientes no son fáciles”.

A orillas del Caribe, en la clandestinidad, el premio a María Corina Machado tampoco asegura un futuro fácil. El Comité del Nobel reconoció sus méritos: “Ha cohesionado a la oposición de su país, nunca ha flaqueado en su resistencia a la militarización de la sociedad venezolana y ha apoyado firmemente una transición pacífica a la democracia”.

Enfrenta, sin embargo, la tozudez del dictador venezolano, Nicolás Maduro, quien nunca entregó las actas de la elección que perdió en las urnas.

El primer desafío, se señaló en Noruega, es si podrá recibir el premio en Oslo el próximo 10 de diciembre: ”Hay una seria situación de seguridad que hay que resolver”. En realidad, puede ser muy grave: “Con la narrativa belicista de la ultraderecha mundial y local”, comentó Ultimas Noticias de Caracas, el Comité Noruego se inclinó por otorgar el ahora más desprestigiado galardón del Premio Nobel de la Paz a la promotora de la guerra en Venezuela, María Corina Machado.

El Comité piensa distinto. Reiteró sus méritos: “Ha demostrado que las herramientas de la democracia también son herramientas de la paz. Ella encarna la esperanza de un futuro diferente, uno donde se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se escuche su voz”.