Refugio canino San Francisco de Asís sale al paso de las denuncias: “Autoridades no encontraron maltrato”

“Vino la seremi de Salud, y la municipalidad primero, revisó el lugar y vio la salud de los perros. No encontró maltrato”, fueron las palabras de María Inés Monfil, administradora del Refugio Canino San Francisco de Asís, en contra de quien se presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, denunciando maltrato de animales. La mujer recibió a La Prensa Austral en sus dependencias, en el Barrio Industrial, para mostrar el trabajo y las condiciones en las que se encuentran los animales. Asegura que todos los papeles exigidos por autoridades, como acreditar vacunas y chipeos, los tiene en curso; en tanto que las denuncias actuales ha reducido las donaciones y aportes para alimentar a los canes.

Monfil comenzó a rescatar perros en los años 90 de manera independiente. Transformó su vocación por salvar animales en su forma de vida y es a lo que se dedica las 24 horas del día actualmente, ya sea en gestiones para el espacio o trabajando directamente en él. Asegura no recibir financiamiento de ninguna entidad más que colaboraciones esporádicas y pagar de su propio bolsillo. Los problemas comenzaron en su casa, en pasaje Tarragona, en la villa Los Españoles, donde también albergaba perros.

“Empezaron a romperme los vidrios. Un día, un vidrio y lo repuse. Otro día, dos vidrios y al tercero dije que taparía las ventanas. Empezaron a decir que habían hartos perritos y ahora están acá todos o la mayoría”, relata.

Junto con estos primeros ataques llegaron las denuncias en su contra, lo que implicó la visita del municipio y seremi de Salud. Ahora, relata Monfil, “la gente ya no cree en nosotros y nadie viene a ver si realmente están sufriendo los perros (…) Si no hubiese sido por recursos propios, las amigas, los perritos no hubiesen tenido comida. Gracias a Dios lo han tenido a diario”.

Junto con ella, trabajan algunas voluntarias. Una de ellas es Paula Alvarez, quien trabajaba como taxi canina y conociendo el trabajo de María comenzó a involucrarse más. “Iba a buscar a las perritas en celo, a esterilizarlas y de ahí a las jornadas de adopción que se hacían en el mall. Buscando cachorritos y todo ese tema”, cuenta Paula. Así lleva más de dos años y el año pasado lograron cifras récord de perros entregados en adopción.

Sobre las denuncias recibidas, Alvarez plantea que “la gente debe entender que esto no es un hotel cinco estrellas, es un refugio. Aquí hubo mucha crítica. Pero aquí muchos perros tienen dueños y los dueños optan por hacerse los lesos y así están aquí creciendo. Inclusive hay algunos que los hemos ido a buscar, que los han devuelto después de cierto tiempo”.

Otra de las voluntarias cuenta como han disminuido las donaciones luego de las denuncias recibidas por otras agrupaciones. “Después de las colaboraciones que hice, me escribían para preguntarme si vi jaulas o contenedores, esto y lo otro. Yo le dije a las chicas que no vi nada, no vi maltrato. Yo también en mi casa tengo perros, si veo maltrato obviamente no voy a estar ayudando a una persona que maltrata perros. Los perros, así como los ves, son felices”, relata Alejandra Navarro.

Sobre 200 perros
dados en adopción

El año pasado lograron importantes cifras de adopción, logrando entregar a 73 perros adultos y más de 200 cachorros. “El 2024 tuvimos un proyecto de esterilización gratuito, que ganamos de un fondo concursable para esterilizar perritas abandonadas y de familias vulnerables. Con las perritas abandonadas, muchas estaban paridas, entonces ahí sacábamos los cachorros y los dábamos también en adopción, con compromiso de esterilización para que la gente adopte”, afirma María Inés.

Paula Alvarez recuerda que “empezamos a principios de enero, porque me habían hablado de un caso de unas parcelas donde habían unas perritas preñadas y otras en celo. Ella me ayudó con todo ese tema. Y a harta gente que pedía lo mismo. Yo creo que nos falta ir a Natales nada más, buscando perritas, hablando con las dueñas. Nadie se hace responsable, es difícil. Nadie quiere llevarlos al veterinario, hacerse cargo del post. Era como que todo se lo hicieran y gratis”.