“Las empresas no son bancos”: CChC alerta sobre impacto de deudas del Minvu y Gobierno Regional
- El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Alfredo Echavarría, cifra entre 200 y 300 millones
de dólares los montos adeudados. Asegura que la alta morosidad también impacta a las empresas regionales.
Alfredo Echavarría cumplió un año en la presidencia de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) el mismo mes en que estalló la controversia por las deudas del Ministerio de Vivienda. El ejecutivo visitó esta semana la Región de Magallanes, donde pudo conocer el impacto de la millonaria morosidad en la zona más austral del país. Asegura que las deudas también impactan a las empresas regionales y que no sólo se limitan al Minvu, sino que el “desfinanciamiento” viene también de otras entidades como el Gobierno Regional.
Abriendo la entrevista, entregó un diagnóstico sobre el declive del sector de la construcción, el que identifica haber comenzado hace más de una década. “El país empezó a tener tasas de crecimiento bajísimas, en promedio del orden de 1,9%, y particularmente, algo que agravó la situación en el sector, es que la inversión, que es lo que gatilla la actividad en la construcción y lo que apalanca el crecimiento, bajó a tasas aún menores. Tasas de inversión que traíamos del orden de 5, 6, 7% de crecimiento en la inversión año a año, empezaron a partir del año 2014 a ser del orden de 0,5%, 0,4%, 0,8%, y los últimos dos años, el 2024 y el 2023, incluso un decrecimiento”.
Caída de la inversión
Para él la caída en la inversión es la principal afección al rubro de la construcción en los últimos 10 años, la que asegura que se ha agravado. “Los datos más recientes revelan que en los últimos 4 años, 3 años, tenemos la crisis en el sector de la construcción de vivienda privada, lo que llamamos mercado inmobiliario, la crisis más grande desde que hay registros históricos, la crisis más grande”.
En esa línea, las propuestas de la Cámara Chilena de la Construcción apunta a atraer inversión extranjero “por la vía de darle certezas de que si van a atraer dinero para proyectos grandes que se demoran en recuperar esas inversiones años, tengan en esos años razonables certezas. Y eso tiene que ver con la permisología”.
En la entrevista estuvo también presente el presidente regional de la CChC, Cristóbal Bascuñán, quien puntualizó que en el caso regional “hay iniciativas aquí en Magallanes que son de larga data y que hasta el día de hoy no se construyen, y como ejemplo hay muchos, el tratamiento de aguas de Puerto Williams, el tratamiento de aguas de San Gregorio, el gimnasio, hemos escuchado temas polideportivos, en fin, hay muchos proyectos que en el fondo no avanzan por diversos motivos”.
Deudas
Luego de destacar aspectos positivos del Plan de Emergencia Habitacional, cuya meta duda que se vaya a concretar, Echavarría asegura que el problema radica en la “falta de recursos”. Por este motivo “están con bastantes deudas con empresas y eso está provocando un problema en el accionar de ellas. Las empresas no son bancos, las empresas construyen, necesitan en toda obra los pagos oportunos, de acuerdo a los avances que tiene que ir haciendo el Estado o un mandante privado”.
Cuando esto se paga oportunamente, esto no sucede. No obstante, “cuando se rompe esa cadena de pagos, empiezan los problemas y las constructoras, que no son bancos, que no tienen los recursos, tienen que empezar a demorar un poquito más las obras. Y entran en esa cadena que lo único que produce es rechazo de las personas que están esperando la vivienda, desempleo”.
Impacto en Magallanes
Respecto del impacto regional de estas deudas, Echavarría asegura que “ha sido particularmente delicado porque en la región, aparte de recursos del Minvu destinados a la construcción de los programas de vivienda, hay también mucho aporte del Gobierno Regional que también han entrado con el mismo problema. Entonces hay un desfinanciamiento y sobre todo un rechazo de partida de los nuevos proyectos. Y eso sí va a impactar al próximo gobierno que no va a recibir, o va a recibir muy pocos proyectos de construcción por todo esto que se está deteniendo”.
Finalmente, sobre el monto de las deudas, indica que es complejo llegar a un consolidado, aunque “hay deudas por distintos conceptos. Una es la deuda que deben lso ministerios en el pago directo a los contratistas, ese es un tamaño de deuda. El segundo son pagos que no ha hecho para iniciar nuevos proyectos, que no es una deuda en estricto rigor, pero es una plata que no está, que debió haber estado para permitir iniciar”.
Pese a esto, se aventura en aproximar que “a nuestras empresas yo creo que las deudas por lo mínimo deben andar a nivel país, directas de lo que es negocio de construcción, entre 200 y 300 millones de dólares”.




