Grito “Chi-chi-chí, le-le-lé, Coyote de Chile” selló sepultura de piloto Erik Paredes
Decenas de porvenireños despidieron este jueves al piloto de automovilismo fueguino, Erik Paredes Vargas, fallecido en un accidente en Río Grande, Argentina, cuando probaba un auto de competición, donde también dejó de existir su pareja, Laura Rosas Velásquez, quien lo acompañaba en esa acción.
En el reponso del Templo Parroquial San Francisco de Sales, el diácono Fredy Subiabre, señaló que Don Bosco preguntó a Domingo Savio “¿qué harías si fuera tu último día? y éste le respondió ‘seguiría jugando’; si le preguntaran lo mismo a Erik, sin duda respondería ‘seguiría corriendo’”. Reflexión que ofreció antes de la última ofrenda en memoria de la joven pareja.
A la llegada de la carroza fúnebre al Cementerio Municipal de Porvenir, la máquina de competición del fallecido ornamentada con globos blancos, un arco de Largada y una veintena de coches de competición acelerado, recibieron al piloto de automovilismo y, al ser sepultado en el camposanto, su padre y hermano pidieron no estar tristes, sino esperanzados. Agradecieron todas las muestras de cariño recibidas y lanzaron un sonoro “ceacheí, por ‘Coyote’ de Chile” (por el apodo del occiso en el medio “tuerca”), replicado y sellado con los aplausos de los asistentes.
En tanto, el féretro de Laura Rosas Velásquez viajó este jueves en un vuelo comercial hasta la ciudad de Puerto Montt, para desde allí continuar viaje a Villarrica, Región de La Araucanía, donde será sepultada.




