Rosa Barría y la rehabilitación en Natales
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A un año del accidente cerebrovascular que la dejó con secuelas en su lado izquierdo, Rosa Barría Sánchez avanza en su recuperación gracias al trabajo del equipo del Centro de Rehabilitación de Puerto Natales y al compromiso de su familia.
“Yo soy Rosa Barría Sánchez y vivo acá en Natales”. Así se presenta esta mujer, de 73 años, desde la sencillez con que ha ido contando su proceso. Tras un infarto cerebral agudo que la afectó severamente, hoy muestra avances palpables: “El Centro me ayudó mucho, con mi pierna y con mi brazo, que no podía levantar. Ahora me sostengo, muevo mi brazo, y camino, aunque con la ayuda de mi marido”, recuerda.
Sixto Barría Andrade, su esposo con quien tiene más de 45 años de matrimonio, relata los primeros pasos del drama familiar y cómo la derivación y las gestiones médicas permitieron que Rosa accediera a terapias de rehabilitación en su propia ciudad. “Mi señora tuvo un ACV (accidente cerebro vascular) por un golpe de presión. Estuvo internada acá en Puerto Natales más o menos una semana, y después la trasladaron a Punta Arenas, donde la recibió el doctor Javier Gaete (neurólogo). El hizo las gestiones para que le hicieran todos los ejercicios en el Centro de Rehabilitación de Puerto Natales”, dice Sixto, que no escatima en agradecimientos hacia el personal: “El Centro para mí es un diez, y es poco todavía. Vinieron a la casa porque ella no podía moverse. Estoy agradecido de todos los chicos que trabajan ahí, de la asistente, de todos; un amor”.
Desde el inicio, la rehabilitación en Natales se articuló entre hospital y centro comunitario. Sixto recuerda que la internación en Punta Arenas fue clave para estabilizar a Rosa antes de iniciar la rehabilitación domiciliaria y ambulatoria: “Estuvo internada en Punta Arenas alrededor de unos 18 ó 20 días, y después de eso el doctor lo fue evaluando cada día y ella fue igual recuperando. Cuando le dijeron que venía de alta, fue directo a la casa y de ahí se hicieron las gestiones para que se traslade al Centro de Rehabilitación (en Puerto Natales)”.
El trabajo terapéutico combinó visitas a domicilio y sesiones en el Centro. “Al principio vinieron a domicilio, porque ella estaba en estado de no poder ni siquiera levantarse. Perdió un poco la memoria, no se acordaba los nombres de sus hermanitas, de su familia”, cuenta Sixto, quien detalla la rutina de ejercicios y las metas alcanzadas: “Se fue logrando mantener sentada, solita. Después trabajamos lo que era pararse, mantener el equilibrio de pie, caminar con burrito, con andador. Y también trabajamos en recuperar algunas funciones de la extremidad. Tomar un vaso, que no era capaz, que ahora sí lo hace. Tomar un tenedor, ya es más independiente”.
Su hijo Fabián
La familia -en especial el hijo de Rosa- se convirtió en un apoyo permanente para las tareas cotidianas y la continuidad de las terapias. “Si no tuviera a mi hijo (Fabián), se me complicaría mucho la vida igual”, agrega Sixto, que además explica el rol que cumplió el equipo multidisciplinario: “Gracias a la fonoaudióloga, psicólogo, terapeuta, kinesiólogo, fuimos aprendiendo cómo levantar a mi vieja, qué comida hacerle, por qué se nos atoraba. Y todavía hasta la fecha seguimos aprendiendo. Vamos mejorando”.
En el Centro, los profesionales y el equipamiento son determinantes. Sixto destaca no sólo la atención sino las nuevas herramientas que llegan con las Jornadas: “Hoy fue algo bonito, porque Daniel (Ojeda, kinesiólogo del Centro en Natales) hizo harto ejercicio y tienen máquinas nuevas, me decía, que les llegó, una bicicleta. Entonces eso lo va a ayudar mucho, porque son ejercicios más esforzados. Hacia su pierna, que es lo que necesita, para que se estabilice”. La llegada de equipamiento y la capacitación del personal son parte del énfasis de las Jornadas Magallánicas 2025, cuya convocatoria busca sostener y ampliar la oferta de rehabilitación en la provincia.
La relación con el kinesiólogo se convirtió en un pilar cotidiano: “Daniel me indicaba lo que había que hacer cuando partimos; todos los días, todos los días. Uno no puede perder ningún día”, apunta, quien describe cómo adaptar la casa y las rutinas: “Tengo mi casita en el segundo piso, así que tengo una escalera que tiene que hacer dos peldaños más o menos de ejercicio ahí, subir sus piernas, bajarlas, pero eso requiere mucho esfuerzo. Hay que estar todos los días”.
Para Rosa, la recuperación es una motivación para seguir. “Para mí significa mucho el Centro, porque me ayudaron con todo. Yo les digo a las familias que no dejen solos a los suyos, que los apoyen, porque se sale adelante. Pero se requiere cariño, porque el Centro ayuda, ayuda mucho. Ponen el alma y el corazón”, afirma, palabras que sintetizan la experiencia colectiva que la comunidad natalina está construyendo alrededor de la rehabilitación.
Sixto hace un llamado claro a la solidaridad local y a la continuidad de las Jornadas: “Orgulloso de ser natalino. Le pido a todos los natalinos que cooperen, que ayuden. Todo eso se junta peso a peso, para mantener esto que es tan valioso. Apoyemos al Centro de Rehabilitación, que es lo que nos devuelve la vida”. En Natales, la experiencia de Rosa y su familia confirma que la inversión en personal, equipamiento y jornadas de apoyo no sólo rehabilita cuerpos, sino que reconstruye redes de cuidado imprescindibles para la comunidad.
Rehabilitación y comunidad: BancoEstado
marca presencia en Magallanes
El BancoEstado se prepara para la versión Nº38 de las Jornadas por la Rehabilitación en Magallanes en que se desplegarán más de 60 funcionarios en Punta Arenas, Porvenir, Natales y Puerto Williams. Esta articulación permite un despliegue amplio y coordinado, capaz de atender a la comunidad en distintos puntos y facilitar la recolección de fondos para los Centros de Rehabilitación.
Durante la jornada se habilitarán múltiples canales de donación, tanto presenciales como digitales. Los vecinos podrán aportar mediante la página web del banco, la aplicación móvil, cajas vecinas ubicados en los distintos puntos de recolección, lo que permitirá que las contribuciones se realicen de manera cómoda y sin necesidad de desplazamientos prolongados.
Las donaciones podrán efectuarse con cualquier medio de pago, incluyendo tarjetas de débito o crédito de cualquier institución bancaria local o internacional, así como plataformas de pago digitales utilizadas habitualmente en la región. Esta flexibilidad busca facilitar al máximo la participación de los vecinos y asegurar que los centros de rehabilitación reciban los recursos necesarios de forma rápida y efectiva.
Uno de los hitos que marca esta jornada, es la apertura de la oficina en Puerto Williams, considerada la sucursal más austral del mundo. Esta instalación permitirá acercar servicios financieros completos a comunidades aisladas y complementa la presencia de otros servicios públicos en la zona, incluyendo hospitales, la gobernación y organismos de seguridad. La oficina se convierte en un punto estratégico para que las donaciones se integren de manera inmediata a los recursos destinados a la rehabilitación, reforzando el impacto del evento solidario.




