“Vivienda Primero” aterrizará en Punta Arenas para cambiar la vida de veinte personas en calle
- Iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, ejecutada por el Hogar de Cristo,
entregará diez viviendas a personas mayores de 50 años, acompañados por un equipo
profesional que los apoyará en su proceso de reinserción y autonomía.
En Punta Arenas, un grupo de veinte personas que por años ha vivido en la calle, comenzará a escribir una nueva historia. En el marco de un seminario organizado por la Fundación Hogar de Cristo sobre la situación de calle, realizado este jueves en el auditorio del Cadi-Umag, se anunció la llegada a la región del programa “Vivienda Primero”, una política pública del Ministerio de Desarrollo Social y Familia que pone en el centro algo tan básico como transformador: tener un hogar.
El programa, que será implementado por el Hogar de Cristo, parte de una premisa simple pero fundamental: nadie puede reconstruir su vida sin un lugar donde vivir. Por eso, el Estado financia el arriendo de las viviendas y los servicios básicos mientras las personas se estabilizan y comienzan un proceso de reintegración social, acompañadas por un equipo multidisciplinario. En paralelo, se les brinda apoyo en salud, educación, trabajo, adicciones y vínculos familiares.
Para el seremi de Desarrollo Social y Familia, Danilo Mimica, la llegada de este programa marca un avance concreto en la atención a personas en situación de calle. “Es una innovación de la política social chilena para las personas en situación de calle, porque aquí el Estado se hace cargo de financiar el arriendo del inmueble y los servicios básicos, hasta que los usuarios asuman gradualmente esta responsabilidad… Quiero recordar que actualmente, el ministerio se encuentra financiando 8 dispositivos para personas en situación de calle, que involucran un monto de $928 millones para su funcionamiento”.
Desde la Fundación, el jefe de Operación Social del Hogar de Cristo en Magallanes, Alvaro Rondón, expresó con emoción lo que significa este logro. “Llevamos años insistiendo en la necesidad de programas que enfrenten definitivamente la situación de calle. Vivienda Primero es una política revolucionaria, porque cambia la forma de mirar el problema. No se trata sólo de entregar un techo, sino de ofrecer un hogar y una oportunidad para rehacer la vida”, afirmó.
Rondón subrayó que el desafío va más allá de lo material. “No es posible que haya magallánicos viviendo en la calle. Son números abordables, y como sociedad debemos ser capaces de enfrentar este problema. Este es el primer paso, y por eso estamos felices, agradecidos del Ministerio por confiar en nosotros. No será fácil, porque tendremos que buscar casas, convencer a los arrendadores, sensibilizar a las comunidades, pero tenemos la convicción de que es el camino correcto”, señaló.
Más de 50 años
El equipo que llevará adelante el programa trabajará directamente con las personas más afectadas. “Buscaremos a quienes tienen más de 50 años, y que han pasado más de cinco años en la calle y presentan mayor nivel de deterioro. A ellos queremos ayudar primero. Les ofreceremos un espacio digno y la posibilidad de volver a vivir en sociedad”.
El modelo no tiene un tiempo rígido, porque cada proceso es distinto. “El convenio con el ministerio es por 20 meses, con una ejecución de 18 meses, pero el objetivo es que las personas logren autonomía. La experiencia en Chile y en otros países demuestra que más del 80% logra mantenerse viviendo de manera independiente. Eso nos da esperanza”, indicó.
Hoy, el Hogar de Cristo estima que unas 250 personas viven en situación de calle en Magallanes. Rondón advierte que, en muchos casos, se trata de adultos mayores que no pudieron sostenerse con su pensión o perdieron su red familiar. “Una persona con una pensión básica en Magallanes no logra vivir sola si no tiene casa. No puede costear alimentación ni salud. Esa es una emergencia ética. No se trata de caridad, sino de justicia”, enfatizó.
Y concluyó: “Hay gente que trabajó toda su vida, especialmente en el campo, y al jubilar quedó sin nada. Muchos de ellos son los que vemos hoy durmiendo en la calle. Con Vivienda Primero queremos que esa historia cambie, que las personas puedan volver a sentirse parte de la comunidad, volver a tener un hogar y, sobre todo, una vida con esperanza”.




